Río de Janeiro, 18 may (EFE).- La policía brasileña recluyó en la penitenciaría de máxima seguridad de Brasilia a Marcos Roberto de Almeida, expulsado este domingo por Bolivia y considerado como uno de los principales cabecillas del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor organización criminal del país.
El prófugo fue trasladado en avión hasta la capital de Brasil inmediatamente después de haber sido entregado por las autoridades bolivianas en Puerto Quijarro, un municipio en la frontera entre ambos países, informó la Policía Federal en un comunicado.
De Almeida, conocido como Tuta, “fue trasladado a un presidio de seguridad máxima del Sistema Penitenciario Federal, cuyo objetivo es aislar a los líderes criminales de alta peligrosidad, y quedará custodiado en la Penitenciaría Federal de Brasilia”, según la nota.
El cabecilla del PCC detenido el viernes en Santa Cruz de la Sierra fue expulsado de Bolivia por estar en situación ilegal en ese país, ya que utilizaba documentos falsos, y entregado a la Policía Federal en Puerto Quijarro, desde donde fue trasladado por tierra hasta la ciudad brasileña de Corumbá y en un avión de la Policía Federal hasta Brasilia.
En la transferencia del preso participaron cerca de 50 integrantes de la Policía Federal, incluyendo doce agentes del Comando de Operaciones Tácticas (COT), según la institución.
La logística para la operación de traslado estaba lista desde el sábado ante la expectativa de las autoridades brasileñas de que Bolivia optara por su expulsión inmediata.
El director general de la Policía Federal, Andrei Rodrigues, confirmó el sábado en una rueda de prensa la identidad del hombre arrestado y destacó la importancia de su detención en la lucha contra el PCC.
Esta mafia, nacida y comandada desde el interior de los presidios del estado de São Paulo, es la mayor organización criminal de Brasil, con lazos en diferentes países vecinos, principalmente Paraguay y Bolivia, y controla el tráfico de drogas en varias regiones del país.
Según la Policía Federal, De Almeida figura en la lista roja de personas buscadas por la Interpol y ya fue condenado en Brasil a 12 años de prisión por los delitos de asociación para delinquir y lavado de dinero.
Tuta era el principal blanco de una operación realizada en 2020 por la Fiscalía para intentar detener a los líderes del PCC que coordinan la organización fuera de los presidios.