Madrid, 5 jun (EFE).- La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha pedido al Consejo General de la Abogacía que tome medias contra el abogado de la denominada Manada de la Vall d’Albaida por decir que los acusados de agredir sexualmente a una niña de 14 años tienen «un miedo espantoso» y «ser chico hoy en día es difícil», mientras que «ser chica no es tan difícil porque estás protegida».
Redondo ha publicado un vídeo en redes sociales en el que explica que ha enviado una carta al presidente del Consejo General de la Abogacía de España manifestando su malestar y profunda indignación «por las declaraciones del abogado de los investigados en el caso de la manada de Valencia».
Se refiere a las declaraciones a la prensa que hizo el pasado 2 de junio el letrado de Antonio Carlos Serrano con motivo del juicio a los cuatro acusados de agresión sexual y corrupción de menores, que se enfrentan a entre 5 y 24 años de cárcel y que ante el tribunal negaron los hechos o aseguraron que no se acordaban por su estado de embriaguez.
«Los imputaron y estaban con un miedo espantoso. Ser chico hoy en día es difícil, es muy difícil», dijo, y añadió que «ser chica no es tan difícil porque estás protegida», además de asegurar que «todo esto viene de como consecuencia de la ley del sí es sí y del problema más grave que tiene este país, la desintegración familiar».
Considera la ministra de Igualdad que se trata de «un caso muy grave», en el que «una menor ha sido presuntamente drogada y violada por parte de entre 10 y 20 hombres».
«Es un caso gravísimo que genera enorme alarma social y pone a todas las instituciones en guardia», ha sostenido Redondo, que por eso ha pedido al máximo responsable del órgano coordinador y ejecutivo superior de los 83 colegios de abogados de España que «tome medidas contra este letrado».
Además la ministra ha solicitado una mejor formación en relación con este tipo de violencia, recordando que el pacto de Estado contra la violencia de género «es muy explícito a la hora de establecer una necesidad de mayor formación precisamente en todos los miembros de la justicia y la judicatura, y todos los implicados en procesos judiciales».
«Es necesaria esa perspectiva de género para no afectar, como en este caso se ha afectado radicalmente al respeto de la víctima, y a revictimizar a esta menor», ha añadido.