Puertollano (Ciudad Real), 4 oct (EFE).- José Redondo, triple campeón del mundo de Field Target, ha explicado que el entrenamiento requiere práctica constante para agrupar disparos en objetivos minúsculos, ensayo de posiciones forzadas y preparación psicológica: «ntrenas para mantener la calma bajo presión», ha dicho.
En una entrevista con EFE, Redondo ha hablado de cómo empezó a practicar, casi por casualidad, esta modalidad de tiro de precisión con carabinas de aire comprimido.
Este vecino de Puertollano (Ciudad Real) que se ha proclamado campeón del mundo de Field Target en el mundial celebrado en Irlanda del Norte, lo que le ha convertido en triple campeón mundial de esta modalidad, ha recordado que a lo largo de su trayectoria ha sumado seis campeonatos de España, un subcampeonato de Europa en 2023 y el reciente segundo puesto en el nacional disputado en Arkale (San Sebastián).
“Nunca dejas de soñar con ganar, pero el nivel internacional es altísimo y siempre tienes la sensación de que puede escapar por muy poco”, ha reconocido.
El Field Target nació en Inglaterra en la década de los años ochenta del siglo XX como entrenamiento para cazadores durante los periodos de veda.
Con carabinas de aire comprimido se practicaba el tiro a especies consideradas dañinas, como palomas, córvidos o conejos, pero evolucionó hacia un deporte en el que los disparos se realizan únicamente a blancos metálicos con forma circular, colocados en entornos naturales.
El sistema de competición obliga a los tiradores a abatir 50 blancos situados entre 9 y 50 metros sin conocer la distancia exacta.
Con ayuda del visor y el ajuste de paralaje deben calcularla y adaptar el disparo y cada participante dispone de tres minutos por turno para preparar el tiro y ejecutarlo en diferentes posiciones: sentado, de pie y de rodillas.
“Lo más complicado es combinar la técnica con la lectura del viento, que puede cambiarlo todo en segundos”, ha indicado Redondo.
De la afición al podio mundial
Su afición comenzó casi por azar ya que compró una carabina sencilla para pasar ratos de ocio y poco después descubrió, en foros, la existencia de competiciones.
En 2006 acudió a su primer campeonato, el Ibérico de Madrid, donde sorprendió al lograr un tercer puesto, y desde entonces su progresión fue meteórica, pasando de los torneos locales a los internacionales y midiéndose con los grandes referentes británicos de la modalidad.
En 2009 disputó su primer Open Internacional en Euskadi y empató a puntos con Andy Calpin, uno de los tiradores más prestigiosos del Reino Unido.
Aquel desempate le convenció de que podía competir al máximo nivel, ha señalado
En 2022 conquistó el campeonato del mundo en Italia, en 2023 fue subcampeón de Europa en Bulgaria y este año ha vuelto a colgarse el oro mundial en Irlanda del Norte.
José Redondo ha explicado que el entrenamiento de un tirador de élite va mucho más allá de apretar el gatillo ya que requiere práctica constante para agrupar disparos en objetivos minúsculos, ensayo de posiciones forzadas y preparación psicológica.
“Entrenas para mantener la calma bajo presión, porque a veces fallar un blanco por un milímetro puede decidir un campeonato entero”, ha asegurado.
Redondo utiliza las competiciones locales y ligas regionales como banco de pruebas. Forma parte de un club andaluz y participa en tiradas en distintas comunidades autónomas, aunque reconoce que el calendario es exigente y viajar continuamente resulta difícil de compaginar con la vida diaria.
Éxito también por equipos
El logro individual en Irlanda del Norte, en agosto, se vio acompañado del oro por equipos en la modalidad PCP.
La selección española, formada por seis tiradores, sumó las mejores puntuaciones conjuntas de las tres jornadas de competición frente a los 14 equipos nacionales presentes y más de 220 participantes.
“El trabajo colectivo es igual de importante que el individual. Somos un grupo que se apoya mucho y que ha conseguido consolidar a España como una potencia mundial”, ha indicado.
El calendario internacional ha decidido que los campeonatos del mundo se disputen cada dos años para favorecer la participación y los patrocinios.
En 2026 será el turno del europeo en Calabria (Italia), donde Redondo espera estar presente si logra clasificarse en el próximo campeonato de España.
“El Europeo es otra meta exigente. Italia es un país con gran tradición y será un escenario duro, pero quiero volver a estar entre los mejores”, ha afirmado.
Sandra Ruiz