Regresa a Bilbao la escultura ‘Elogio del Hierro III’, de Eduardo Chillida

La escultura de Eduardo Chillida 'Elogio del hierro III' ha vuelto este viernes al Museo Bellas Artes de Bilbao. EFE/ Miguel Toña

Bilbao, 12 sep (EFE).- La escultura monumental de Eduardo Chillida ‘Elogio del Hierro III’ se encuentra ya instalada en la entrada del Museo Bellas Artes de Bilbao tras haber permanecido desde 2018 en Chillida Leku por razones de conservación.

La escultura de Eduardo Chillida 'Elogio del hierro III' ha vuelto este viernes al Museo Bellas Artes de Bilbao, en un acto que ha contado con la presencia del presidente del BBVA, Carlos Torres (2i), el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto (c), entre otras autoridades. EFE/ Miguel Toña

La obra, de cuatro metros de altura y 18 toneladas de peso, fue creada por encargo del BBVA en 1991 y había permanecido previamente ubicada durante cerca de dos décadas en la Gran Vía de la capital vizcaína.

La entidad financiera ha cedido en régimen de comodato la escultura al Museo de Bellas Artes, que ha optado por situarla en el exterior de la plaza Chillida.

En la presentación ha tomado parte el presidente de BBVA, Carlos Torres, quien ha destacado el «proceso de transformación» que vive en los últimos meses el Museo de Bellas Artes, y ha subrayado que la obra fue concebida «por y para Bilbao como un tributo a su tradición siderúrgica».

Ha valorado además los «fuertes lazos» que unen a la entidad financiera con la villa y su compromiso «con Bilbao y con Euskadi».

Como patrono estratégico del Museo de Bellas Artes a través de su Fundación, el presidente del BBVA ha mostrado orgullo por seguir apoyando a Bilbao y a su cultura: «Un elemento fundamental para ayudar a la sociedad a avanzar».

El acto ha contado también con la asistencia, entre otros, de la vicelehendakari primera, Ibone Bengoetxea, así como de la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y del alcalde de Bilbao, Juan María Aburto.

Por su parte, Luis Chillida, presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce e hijo del artista, ha agradecido al BBVA la cesión de la escultura -«un reconocimiento al hierro»- a un museo que fue «muy querido» por su padre.

«La obra ha pasado unos años estupendos en Chillida Leku, pero su fin era estar aquí y volver a un espacio público; esa era la finalidad del trabajo de mi padre», ha reflexionado.