Renault pierde 11.185 millones de euros hasta junio por su participación en Nissan

Imagen de archivo del logo de Renault en uno de sus coches. EFE/EPA/YURI KOCHETKOV

París, 31 jul (EFE).- Renault perdió en el primer semestre 11.185 millones de euros que se explica por un cambio en el tratamiento contable de su participación en Nissan, informó la compañía automovilística.

Renault volvió a explicar este jueves en un comunicado, como ya lo había anticipado el pasado 1 de julio, que ha computado en sus resultados una pérdida de 9.300 millones de euros, sin consecuencias para la caja, por la modificación del valor que da al 35 % del capital que conserva de su socio Nissan.

A ese cambio contable, con el que no volverá a haber efectos para el resultado de Renault por eventuales variaciones del valor bursátil de Nissan, se añade otra carga de 2.300 millones de euros por las pérdidas de su socio japonés en los dos primeros trimestres.

Si se excluye el impacto de Nissan, que responde esencialmente a la diferencia entre el que era el valor contable en las cuentas del grupo francés de ese 35 % y el valor en bolsa a fecha del pasado 30 de junio, Renault tuvo en el primer semestre un beneficio de 461 millones de euros, frente a los 1.469 millones que había conseguido en el mismo periodo de 2024.

El margen operativo bajó a 1.653 millones de euros, frente a los 2.175 millones de euros, representó un 6 % de la facturación y de esa cantidad total 989 millones correspondieron al negocio puramente automovilístico, comparado con 1.600 millones un año antes.

La razón principal de ese descenso es que el grupo del rombo vendió menos furgones, que le ofrecen un margen generoso, que está incrementando la comercialización de vehículos eléctricos, que en esta fase de arranque de la tecnología le resultan más costosos en la producción y la fuerte competencia en lo que se refiere a los precios a que está expuesto en el mercado europeo.

Esos elementos representaron un impacto negativo de 444 millones de euros que el fabricante francés está convencido de que se revertirán en su mayor parte en la segunda mitad del año, y a eso hubo que añadir, entre otras cosas, un impacto contable igualmente negativo de 279 millones de euros por la desconsolidación en 2024 de su filial de motores térmicos Horse.

La facturación de Renault aumentó un 2,5 % en cifras absolutas a 27.640 millones de euros y un 3,6 % en comparables, una vez descontado el efecto de las variaciones de tipo de cambio.

En la actividad automovilística, el volumen de negocios creció un 0,5 % en términos brutos y un 1,6 % en comparables (la diferencia, una vez más, por la devaluación respecto al euro sobre todo de la libra turca, del real brasileño y del peso argentino) gracias sobre todo a un aumento del 1,3 % de las matriculaciones.

También a la venta en conjunto de vehículos de mayor valor por los lanzamientos de nuevos modelos o versiones (Bigster, Duster, Symbioz, Renault 5, A290, Grand Koleos, Rafale, etcétera) que van a continuar en el segundo semestre.

El nuevo consejero delegado, François Provost, que fue nombrado oficialmente este miércoles por el consejo de administración en sustitución de Luca de Meo, admitió que los resultados del primer semestre, en un contexto de mercado difícil, no estaban en línea con sus «ambiciones» iniciales.

No obstante Provost (que era la mano derecha de De Meo y lleva en la empresa desde 2002), insistió en que la dirección ya ha lanzado un conjunto de medidas para alcanzar sus objetivos e hizo notar que, más allá de la espectacular cifra del resultado neto, la rentabilidad del grupo Renault sigue siendo una «referencia» en el sector y están determinados para mantenerla.

Para el nuevo responsable ejecutivo «la hoja de ruta está clara: garantizar la continuidad de nuestra estrategia acelerando nuestra transformación».

En cualquier caso, la compañía ha revisado a la baja sus perspectivas financieras para el conjunto del año para «tener en cuenta el deterioro de la dinámica del mercado automovilístico con una mayor presión comercial por parte de sus competidores y la anticipación de la continuación de la caída del mercado minorista».

En concreto, espera un margen operativo «en torno al 6,5 %», en lugar de al menos del 7 %, como esperaba cuando presentó los resultados anuales en febrero, y un flujo de caja de entre 1.000 y 1.500 millones de euros.