Santiago de Chile, 1 ago (EFE).- Rescatistas con experiencia en el exitoso salvamento de los 33 mineros atrapados 69 días en 2010 se sumaron a las labores de búsqueda de los cinco hombres desaparecidos desde la tarde del jueves en una mina de cobre del centro de Chile.

El operativo de rescate se da en medio de las críticas de grupos de trabajadores que responsabilizan del hecho a la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), la primera cuprífera del mundo y propietaria de la explotación.
Frente a la entrada de la mina El Teniente, situada en la localidad de Machalí, a unos 130 kilómetros al sur de Santiago de Chile, familiares y trabajadores de empresas concesionarias se agolpan con la esperanza de que la tragedia acabe con el mismo resultado del accidente en la mina San José en 2010, que contuvo el aliento del mundo durante dos meses y medio.
Esperanza que se combina con la rabia de varios operarios que denuncian numerosos accidentes en este yacimiento en los dos últimos años y las «inapropiadas» condiciones laborales que ofrece Codelco.
Perforación, posible causa del derrumbe
Las primeras versiones apuntan a que el accidente, en el que también murió un trabajador y otros nueve resultaron heridos, se produjo -en la tarde del jueves- a consecuencia de un movimiento sísmico que habría sido causado por una operación de perforación de la división de minería subterranea en el yacimiento.
Así lo dejó entrever el propio presidente de Codelco, Máximo Pacheco, en una primera declaración que en la víspera dio a la emisora local Radio Cooperativa.
“Tenemos un nivel que llamamos el Teniente 8, es un nivel que está a 1.200 metros de profundidad en la roca y se ha producido un movimiento sísmico… Estos son movimientos que se generan como una reacción a la actividad de perforación al hacer minería subterránea”, explicó Pacheco.
Una versión que contradijo el gerente general de la División El Teniente de Codelco, Andrés Music, quien aseguró que «no hay explosivos que hayan generado este evento».
“Los eventos sísmicos ocurren también en nuestro planeta producto de la tectónica de placas y es en eso en lo que nos estamos enfocando, en entender cuál es la naturaleza de este evento”, dijo Music.
En este contexto, el ministro chileno de Interior, Álvaro Elizalde, pidió que no se especule con las causas y que se espere a la investigación oficial del Estado.
«Es común que en los medios de comunicación se realice un debate, se consulte especialistas, que dan puntos de vista y opiniones; pero en lo que respecta al Estado de Chile, finalmente las conclusiones de la investigación que lleva adelante Sernageomin son las relevantes», señaló el ministro.
Prioridad el rescate
Más allá de la polémica y la investigación abierta, la prioridad ahora es el rescate de los mineros, con los que todavía no se ha establecido contacto y cuyo estado de salud se desconoce.
Según explicó un trabajador al canal de televisión CNN-Chile, sus compañeros se hallan en una zona de difícil acceso y alta complejidad, pero con los insumos necesarios para sobrevivir por un tiempo.
“En ese sector, que es de alta complejidad para trabajar, existen refugios mineros para aproximadamente veinte personas, con todo su equipamiento: oxígeno, agua, comida… de todo para estar un par de días en caso de que no puedan ser encontrados”, señaló el minero.
En el dispositivo, que trabaja a contrarreloj, actúa cerca de un centenar de personas, entre ellos varios de los exitosos rescatistas de la tragedia del 5 de agosto de 2010 en la minera San José, sitiada en la región central de Copiapó, donde los mineros quedaron atrapados a 700 metros de profundidad en condiciones más precarias, dado que trabajaban en una mina irregular.
«El equipo especializado de trabajo de alto riego se encuentra en plena coordinación con los brigadistas rescatistas de la División El Teniente para poder llegar al lugar donde se encontrarían las cinco personas desaparecidas», explicó a la prensa el subprefecto Juan Reyes Gutiérrez.
Los cinco desaparecidos estarían a unos 500 metros de profundidad, en el sector Andesita de la División El Teniente, y su localización exacta se conocería con un georradar.
“Actualmente contamos con casi 100 personas lideradas por el gerente de minas, entre ellos rescatistas que trabajaron en el rescate de los 33, junto a geofísicos y geomecánicos”, añadió Music, para quien la prioridad es retirar la tierra derrumbada con equipos teleoperados, ya que la zona sigue siendo riesgosa por posibles réplicas.
Los accidentes en la minería chilena son frecuentas, aunque datos oficiales consignan que la siniestralidad mortal del sector se ha ido reduciendo en el país desde la tragedia de 2010.
Según el más reciente Informe de Accidentabilidad Minera del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), desde el accidente en San José se han registrado 41 accidentes y 45 fallecidos asociados a la actividad minera en todo el país.
En el último año se contabilizaron nueve accidentes y nueve trabajadores fallecidos, agrega el informe, que asegura que la tasa de fatalidad ha caído en un 83 % durante los últimos 13 años.
El lo que va de 2025 se ha informado de siete fallecidos asociados a accidentes mineros, la mayoría en yacimientos ubicados entre la región septentrional de Antofagasta y la central de Valparaíso. EFE
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