Retrasan 500 años, hasta 7.500, el asentamiento humano de Hallstatt, vinculado a la sal

Ejemplos de los nuevos artefactos localizados en la localidad austríaca de Hallstatt y que han permitido retrasar en 500 años, hasta 7.500, el momento del establecimiento aquí de los primeros grupos humanos, dedicados a la extracción de sal en la considerada la mina más antigua del mundo de este producto. EFE/ Núria Morchón

Núria Morchón

Hallstatt (Austria), 13 ago (EFE).- Nuevos hallazgos arqueológicos han retrasado cinco siglos, hasta hace 7.500 años, la aparición de los primeros asentamientos humanos en Hallstatt, la localidad austríaca donde se ubican las minas de sal más antiguas del mundo, según los datos que acababan de ser presentados.

Arqueólogos del Museo de Historia Natural de Viena (NHM) han localizado alrededor de 1.000 nuevos objetos de diferentes épocas, como romana y medieval, entre los que destacan fragmentos neolíticos como hojas de sílex, herramientas de piedra para trabajar la madera o piezas de cerámica datados hace 7.500 años.

«Encontramos la llamada cerámica de bandas lineales. No es típico que este tipo de cultura se adentre en los Alpes, normalmente se asientan donde la agricultura es buena. Pero aquí, en Hallstatt, podían pescar o, quizá, venían por la sal», explica a EFE Gerald Raab, responsable del grupo de excavación del NHM, durante la presentación de los hallazgos en el Museo de Hallstatt.

El objeto más antiguo encontrado hasta ahora en la zona era una herramienta para sacar sal fabricada con cuernos de ciervo y con una antigüedad de 7.000 años.

La presencia de fragmentos de cerámica prueba que los habitantes almacenaban comida, algo esencial para la supervivencia, según ha declarado a la agencia APA la directora del departamento de Prehistoria del Museo de Historia Natural, Karina Grömer.

La importancia de la sal

El arqueólogo Gerald Raab muestra una de las piezas de hasta 7.500 años de antigüedad localizadas en la localidad austríaca de Hallstatt y que demuestra que los primeros humanos se asentaron aquí, atraídos por la presencia de yacimientos de sal, 500 años antes de lo calculado hasta ahora. EFE/ Núria Morchón

Hallstatt, una localidad de difícil acceso y situada entre la montaña y un lago, fue un importante centro de extracción de sal y aquí se han datado las minas de este producto más antiguas del mundo.

«Sin embargo, no hemos encontrado casas ni agujeros para pilares, ni nada similar», señala Raab, quien indica que sí se han hallado piedras usadas, probablemente, para fabricar cuchillos.

Las evidencias, según explica el experto, sugieren que en el lugar donde se han hallado estos nuevos restos arqueológicos «se preparaba madera, tal vez para construir casas u otras estructuras».

Las primeras comunidades agrícolas aparecieron por primera vez en Europa Central 5.600 años antes de Cristo, en zonas fértiles cerca del río Danubio, pero estos nuevos hallazgos son la evidencia de que otros grupos se asentaron aproximadamente en la misma época en zonas menos propicias y más recónditas, algo que sólo puede explicarse por la presencia de la sal

«Llegaron a Hallstatt desde los lagos, navegando en bote y luego por ríos. Se asentaron aquí no solo por la belleza del lugar, sino por la abundancia de recursos como la madera», recalca a EFE la arqueóloga del equipo de investigación en Hallstatt, Jana Obernberger.

La experta también apunta que esos primeros pobladores descubrieron que «todo el monte estaba lleno de sal», un producto crucial para la conservación y preparación de alimentos que, cree, se convirtió en la principal razón para asentarse aquí.

Tras el fin hace cuatro semanas de los trabajos sobre el terreno, la siguiente fase es examinar los fragmentos cerámicos y las herramientas de piedra para determinar su procedencia, ya que se ha comprobado que varios tipos de materias primas fueron importadas.

«La mayoría de los restos van a Viena, al Museo de Historia Natural, y necesitan algunas técnicas de restauración porque muchos no son visibles en absoluto, así que necesitamos más expertos”, agrega Obernberger.

Objetos expuestos en el Museo de Hallstatt, la localidad austríaca donde los más recientes hallazgos arqueológicos demuestran que los primeros humanos se asentaron aquí, atraídos por la presencia de yacimientos de sal, 500 años antes de lo calculado hasta ahora. EFE/ Núria Morchón