Rezo masivo por empleo y reclamos a Milei marcan día de San Cayetano, patrono del trabajo

Un hombre sostiene una bengala durante una marcha en el Día de San Cayetano este jueves, en el barrio Liniers en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Buenos Aires, 7 ago (EFE).- Miles de personas se congregaron este jueves en la parroquia de San Cayetano, en Buenos Aires, para pedir y agradecer en su día al santo patrono del trabajo en Argentina, mientras arrecian los reclamos multisectoriales al Gobierno de Javier Milei por la precarización del empleo.

Lorenza Medina llama la atención entre las miles de personas que hacen una extensa y ordenada fila para acceder a la iglesia: en sus brazos sostiene una figura de San Cayetano de casi un metro de altura y unos cinco kilos de peso.

«Hace veinte años que lo tengo en mi casa, hice un nicho en mi habitación y le prendo velas todos los 7 de agosto», le cuenta a EFE, mientras la gente se mueve de a poco y el frío invernal castiga con las primeras luces del jueves.

Es peluquera, asiste a personas de tercera edad en un geriátrico y en la madrugada de Buenos Aires recorrió decenas de kilómetros porque «gracias a él (San Cayetano), a Dios y a la Virgen», nunca le faltó trabajo, pero quiso acercarse a pedir porque hay mucha gente que no lo tiene.

Marco Antonio Chacón es vendedor de estampas y objetos religiosos en una feria callejera a pocos metros de la parroquia: su jornada empezó de noche y la lámpara de su puesto sigue prendida a pesar de la claridad del amanecer, por lo que conversa con EFE entre el brillo de las pulseras, rosarios y relicarios que ofrece.

«Está un poco bajo por ahora, poca venta, no es como los años anteriores, parece que la gente está perdiendo la fe. No hay mucho ‘laburo'», comenta con esa expresión coloquial argentina para nombrar al trabajo o empleo, derivada del ‘lavoro’ italiano.

Chacón, uno de los incontables argentinos que recurren al trabajo informal para hacer frente al elevado costo de vida, no pierde la fe en San Cayetano: «Es muy milagroso. Hace 16 años me da salud y trabajo, por eso siempre soy agradecido de él. Nunca hay que perder la fe, hay que seguir remando».

Apoyo de la Iglesia y sindicatos

Personas observan una imagen religiosa durante la conmemoración del Día de San Cayetano este jueves, en el barrio Liniers en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Rodolfo Aguiar es secretario nacional de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), sindicato que representa a los trabajadores públicos nacionales, uno de los sectores sobre los que la administración de Milei aplicó con mayor dureza sus recortes presupuestarios, con más de 50.000 despidos y congelamiento de salarios.

«Los trabajadores llegamos a esta nueva marcha de San Cayetano más pobres, más endeudados y en peores condiciones de salud que el año pasado», explica a EFE a las puertas de la parroquia.

En tono enérgico, agrega: «Tenemos un Gobierno en Argentina que solo se dedica a recaudar dólares para pagarle al Fondo Monetario Internacional. Nos conducen de manera directa a una tragedia, por lo que esta movilización tiene que ser la antesala de un nuevo paro general».

Según datos de la Central de Trabajadores de Argentina (CTA), desde diciembre de 2023, cuando Milei asumió la Presidencia, se han perdido en el país más de 183 mil puestos de trabajo, registrándose en paralelo un aumento del porcentaje de autónomos y ocupados informales, desvinculados del sistema de seguridad social.

Antes de que las columnas de creyentes y manifestantes comiencen a marchar hacia la icónica Plaza de Mayo, en el otro extremo de Buenos Aires, el arzobispo Jorge García Cuerva, máxima autoridad de la Iglesia Católica argentina, bendice a muchos de los presentes, entre ellos porteadores que elevan una figura de la Virgen María sobre los hombros y cocineras organizadas de barrios populares que blanden sus gigantescas ollas.

«Aquí bendecimos las herramientas de los trabajadores pero especialmente las vidas de cada uno de nosotros, de cada argentino, de nuestro pueblo que necesita el trabajo como gran ordenador social», dice el arzobispo, rodeado de fieles en medio del asfalto.

Uno de quienes lo escucha es Alejandro Gramajo, secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular, uno de los principales movimientos sociales de Argentina, que destaca que la bendición que necesitan los sectores populares es «nada más que una vida digna, justa, vivible, con paz, tierra, techo y trabajo para todos»

«Son derechos sagrados y universales que todos los gobiernos deberían garantizar», añade, al tiempo que denuncia que el Ejecutivo de Milei «está generando hambre, miseria, pobreza y endeudamiento».

Sebastián Rodríguez Mora

Personas observan una imagen religiosa durante la conmemoración del Día de San Cayetano este jueves, en el barrio Liniers en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni