Fráncfort (Alemania), 27 ago (EFE).- El fabricante alemán de armamento Rheinmetall va a producir en Alemania cohetes ATACMS y Hellfire para la estadounidense Lockheed Martin y quiere adquirir parte del productor de barcos Naval Vessels Lürssen (NVL), informan este miércoles medios de comunicación alemanes.
El director para Europa de Lockheed Martin, Dennis Göge, dijo al semanario económico alemán «Wirtschaftswoche» que planean «una producción adicional entre otras cosas para los misiles ATACMS y Hellfire», pero la lista no es definitiva.
Los misiles serán producidos en la nueva fábrica de munición que Rheinmetall inaugura este miércoles en Unterlüß, al norte de Alemania, en un acto al que asistirá el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
También acudirán al acto de inauguración el ministro alemán de Finanzas y vicecanciller, Lars Klingbeil, y el de Defensa, Boris Pistorius, ambos socialdemócratas.
La fabrica producirá este año 25.000 unidades de munición de artillería del calibre de 155 milímetros, cuya demanda ha aumentado desde el comienzo de la guerra de Ucrania en 2022.
A partir de 2027 esta fábrica producirá hasta 350.000 unidades anuales de estos proyectiles.
La fábrica de Rheinmetall en Unterlüß aumenta el margen de la cooperación con Lockheed Martin en la producción de misiles y misiles guiados, según Göge.
Rheinmetall y Lockheed Martin negocian también la producción en Europa de motores de misiles, según «Wirtschaftswoche».
Rheinmetall produce en la fábrica de Weeze (oeste de Alemania) fuselajes para el caza de quinta generación F-35 de Lockheed Martin.
Ambas compañías firmaron en abril un memorando de entendimiento para crear un centro de competencia con sede en Alemania para la producción y venta de cohetes y misiles, que bajo la dirección de Rheinmetall tendrá actividades en varios países europeos.
Por otro lado, Rheinmetall quiere adquirir el área militar del fabricante de barcos alemán Naval Vessels Lürssen (NVL), informa este miércoles el diario «Bild», lo que supondría la entrada en un nuevo negocio de esa compañía, que produce sobre todo tanques y munición.
La familia Lürssen quiere desprenderse de los astilleros militares en Hamburgo, Wilhelmshaven y Wolgast, al norte de Alemania.