Ripoll aboga por reformas realistas ante un «calendario demencial»

El traumatólogo Pedro Luis Ripoll durante la entrevista con la Agencia EFE. EFE/José Manuel Vidal

Sevilla, 5 jun (EFE).- Reformas realistas que pasan por la confección de las plantillas, acuerdos para disminuir los minutos de los jugadores y sus descansos entre los partidos y cambios en las ventanas de selecciones son algunas de las medidas propuestas por el prestigioso traumatólogo Pedro Luis Ripoll ante un calendario que definió de «demencial», que se cobra setecientos lesionados por temporada.

Ripoll reflexionó en una entrevista con la Agencia EFE sobre los efectos devastadores de la acumulación de partidos en la salud de los deportistas de élite y, concretamente, de los futbolistas tras inaugurar en Sevilla el Centro Médico de Excelencia FIFA ‘Ripoll y De Prado Medical Group’.

Pedro Luis Ripoll, cirujano pionero en medicina deportiva en técnicas no invasivas en la rodilla y en trasplantes meniscales, entre otras muchas facetas, dijo que «el deporte de alta competición en sí mismo no es saludable» y que, no obstante, su posición es tan realista que parte de que «el número de partidos no va a disminuir» porque «es inviable», por lo que «hay fenómenos a los que hay que adaptarse, entender la realidad y adaptarse a ella».

Recién terminada la competición, los futbolistas internacionales tienen ante sí la Liga de Naciones y los del Real y Atlético de Madrid, la Copa de Mundo de clubes, cuya final, según recordó el doctor Ripoll, será el 13 de julio, un mes antes del comienzo de la nueva competición liguera y «los grandes jugadores se distinguen porque no les gusta perder ni a las tabas y van a intentar estar a disposición del entrenador en pretemporada y a luchar: esto crea una situación demencial en este momento».

Comentó que, pese a ser consciente de que clubes, espectadores, socios, televisiones y jugadores tienen sus «propios intereses legítimos», los médicos defienden la salud y, en su opinión, se está «cayendo en una zona de alto riesgo, con un índice de lesiones por temporada de setecientos».

Ante ello, abogó por que «los estamentos implicados con sus legítimos intereses» tienen que «sentarse y ponerse de acuerdo para disminuir el número de minutos» en virtud de un «acuerdo de todos» que sería «el principio de la solución» junto a los «días y horas en  que el jugador tienen que descansar entre partido y partido».

Otro factor «inevitable» para la prevención de las lesiones como instrumento principal es «la confección de la plantilla para dosificar a los jugadores», ya que «es verdad que los puntos de septiembre valen lo mismo que los puntos de mayo pero las lesiones de septiembre no repercuten en la competición como las de marzo, abril y mayo».

Apuntó igualmente que en las ventanas de selecciones «hay que pasar por una reforma del calendario que evite lo que está pasando en el Almería con Luis Suárez·, quien no podrá disputar la fase de ascenso a Primera con su equipo por haber sido convocado por Colombia.

El ‘síndrome de los jugadores ascensor’

Ripoll estuvo acompañado por Manuel Sanz, también traumatólogo, director del centro especializado y miembro de los servicios médicos del Sevilla, quien reflexionó sobre la influencia de factores externos en las graves lesiones que sufren futbolistas muy jóvenes procedentes de la cantera y presionados por sus entornos familiares y sociales.

Dijo que, en este contexto, se produce un síndrome denominado de «los jugadores ascensor», que suben al primer equipo, bajan a la cantera, y combinan entrenamientos, exigencias y factores de estrés que derivan en lesiones en las que «no es tanto la edad biológica como las circunstancias y factores biosociales» los que más influyen.

Pedro Ripoll abundó en este asunto y dijo que «en la edad de crecimiento, las lesiones ligamentosas y meniscales en la rodilla y los cartílagos de crecimiento, que no están cerrados, es difícil de resolver y deja secuelas a veces irreversibles».

No obstante, Ripoll ahondó en los argumentos de su colega al señalar que «hay que tener en cuenta que hay un entorno familiar y social que rodea a jugadores como Lamine Yamal» en el que muchos «se ven reflejados» y se preguntan que por qué no ellos, aunque «eso tiene mal arreglo».

Apuntó que Santiago Bernabéu quería lejos a los padres de los futbolistas y, en este sentido, recordó que muchos jugadores han perdido su carrera por cometer este error y que «los clubes pierden patrimonio por sacar a jugadores del contexto y no prepararlos».

Muerte súbita y conmoción cerebral

«Paradójicamente», según Ripoll, en España para pertenecer a una federación no hay que tener un electrocardiograma hecho, que tiene un coste de treinta a sesenta euros y que, si se hiciera obligatorio, «se podrían evitar una cantidad enorme de accidentes cardiovasculares» y «diagnosticar una de cada trescientas lesiones cardíacas que pueden tener una repercusión fatal».

«Muchas veces se produce un desvanecimiento y hay tres minutos vitales para recuperar a la persona que está allí. Cuanto más humildes son los presupuestos de los clubs, el peligro aumenta», afirmó el facultativo murciano, quien indicó que la mayoría de los desfibriladores «tienen un dedo de polvo».

Se refirió también a la necesidad de homologar «un mínimo» los campos e incidió en la importancia de los traumatismo craneoencefálicos, en los que dijo que el médico «debe tener la autoridad absoluta» porque, una vez que se produce, el llamado «síndrome del segundo impacto» puede «haber fallecimiento».

Carlos del Barco