París, 9 oct (EFE).- En coincidencia con el 44 aniversario de la aprobación del fin de la pena de muerte en Francia, el político y abogado Robert Badinter, principal impulsor de aquel hito, ingresó este jueves en el Panteón, en una solemne ceremonia reservada a los hombres y mujeres a los que el país guarda reconocimiento para la eternidad.

Como es tradicional, el féretro de Badinter, fallecido en febrero de 2024, fue transportado hasta las puertas del monumental edificio neoclásico, ubicado en el corazón del barrio latino, en un imponente acto en el que se rindió homenaje a su figura y su legado.

El ataúd cubierto con la bandera de Francia contenía objetos simbólicos como su toga de abogado, y no sus restos mortales, que descansan el en el cementerio de Bagneux, en la periferia sur de París.
Esa sepultura amaneció precisamente hoy con inscripciones que denigraban su lucha contra la pena de muerte o por la despenalización de la homosexualidad, un acto que fue condenado por el presidente francés, Emmanuel Macron, entre otras personalidades.
La ceremonia del Panteón, que además se realizó la víspera del Día Mundial contra la Pena de Muerte, fue organizada por el Gobierno francés en torno a tres ejes que marcaron la vida de Badinter: la memoria, la justicia y el servicio a la República.
En el acto, organizado contando con la opinión de la esposa aún viva de Badinter, Élisabeth, hubo homenajes musicales como la interpretación de la canción ‘L’assassin assassiné’, una especie de himno no oficial de la abolición de la pena de muerte en Francia en los ochenta, a cargo del cantautor Julien Clerc.
También hubo lecturas de textos del propio Badinter y citas de figuras que admiraba, como el escritor Victor Hugo, quien fue también un partidario de la abolición de la pena de muerte.
El féretro fue recibido en la nave del Panteón por Macron, quien destacó que con Badinter entra en el templo republicano de la Ilustración y los principios del Estado de derecho.
«Escuchamos su voz que proclama sus grandes batallas esenciales e inconclusas: la abolición universal de la pena de muerte, la lucha contra el veneno antisemita y sus predicadores del odio, la lucha para defender el Estado de derecho», añadió Macron, quien prometió continuar el combate contra la pena capital hasta su abolición.
«Robert Badinter nació en la década de 1920, devastado por el odio a los judíos. Murió en nuestra década de 2020, cuando el odio a los judíos vuelve a matar. No apaguemos jamás esta ira contra el antisemitismo», exhortó también el jefe del Estado francés.
Tras ello, en la fachada del Panteón se proyectó con luces y sonido una narración completa de la vida de Badinter, nacido en París en el seno de una familia judía procedente de Rumanía.
Su padre fue detenido en Lyon por la Gestapo en 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, y deportado al campo de exterminio de Sobibor, donde fue asesinado.
Con su madre y su hermano, Badinter se refugió en la zona de Saboya con identidades falsas y, al final de la contienda, continuó su educación con estudios de derecho que completó en Estados Unidos.
Desde 1951 y durante una treintena de años trabajó de abogado penalista en algunos casos muy mediáticos que le confrontaron en múltiples ocasiones con la pena de muerte, sobre la que escribió un libro, ‘L’Execution’ (La Ejecución), publicado en 1973 y del que hoy se leyeron extractos.
El presidente François Mitterrand, quien al asumir en 1981 prometió que en su mandato no habría ejecuciones, lo eligió como su primer ministro de Justicia.
Así, Badinter llevó al Parlamento en septiembre de 1981 el proyecto de ley para abolir la pena capital sabiendo que la opinión pública estaba muy mayoritariamente en favor de mantenerla.
El féretro de Badinter será colocado en la denominada cripta de los Revolucionarios de 1789, donde también descansan Nicolas de Condorcet, el abad Grégoire y el matemático Gaspard Monge.
Los actos conmemorativos por la «panteonización» de Badinter habían comenzado la víspera, con un velatorio público en el Consejo Constitucional, una institución que presidió entre 1986 y 1995.
Se complementarán con actos culturales y conferencias repartidos por todo el país, empezando por la exposición dedicada a su figura que se podrá ver en el propio Panteón desde el 11 de octubre al 8 de marzo.
El de Badinter es el quinto ingreso en el Panteón a iniciativa de Macron, después de los de la política Simone Veil (impulsora del derecho al aborto en Francia), el escritor Maurice Genevoix, la bailarina Joséphine Baker y el resistente Missak Manouchian junto a sus camaradas, fusilados en 1944.
La próxima será la del historiador Marc Bloch, prevista para junio de 2026.