Madrid, 18 jun (EFE).- La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha avanzado este miércoles que las industrias españolas pueden asumir los programas de misiles Spike y lanzacohetes Silam, cuyas licencias se revocaron en aplicación del plan de desconexión tecnológica militar con Israel.
«Tenemos reuniones permanentes con las industrias españolas para que ellos nos digan si el plan de desconexión que vamos a hacer, si los sustitutos para el Spike o para el Silam son posibles realizarlos en España. Y nos dicen que sí», ha explicado la ministra a los diputados en una comparecencia en el Congreso para dar cuenta de los contratos de material de defensa con Israel.
A principios de mes el Gobierno decidió revocar la licencia de una empresa israelí para fabricar en España 168 sistemas de misiles contra carro Spike LR2 destinados a equipar al Ejército de Tierra.
En la misma situación está el programa de sistemas lanzacohetes de alta movilidad (Silam), también destinado al Ejército de Tierra.
Robles ha señalado que determinados programas como estos dos van a ser sustituidos por tecnología española y ha asegurado que esto no tiene por qué implicar un retraso en los proyectos, «porque la industria de defensa española es muy buena».
La ministra ha reconocido que hay «mucho» material que utilizan las fuerzas armadas españolas, incluso determinada munición, que desde hace muchos años tiene tecnología israelí, si bien ha subrayado el compromiso «claro e inequívoco» del Gobierno de que pasen a ser tecnología exclusivamente española.
De hecho, el plan industrial de defensa y seguridad, que contempla una inversión de 10.471 millones de euros, deja claro que el 80 % de su ejecución lo van a llevar a cabo industrias españolas, en territorio nacional.
«Y para mí es una satisfacción cuando veo que me envían mensajes miembros de comités de empresa de determinadas industrias de defensa española, que nos dan las gracias por crear puestos de trabajo duales», ha recalcado.
Sin querer mencionar a ninguna empresa en concreto, «porque son todas excepcionales», Robles ha subrayado la apuesta clara e inequívoca por la industria de defensa española y ha asegurado que la desconexión tecnológica no precisará de 15 o 20 años, sino de uno o dos, como algunas compañías le han comunicado.