Rosa Montero: “Vivimos por encima de nuestras posibilidades de control de la tecnología”

Fotografía del 29 de abril de 2025 de la escritora española Rosa Montero hablando durante entrevista con EFE, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Bogotá, 2 may (EFE).- La escritora española Rosa Montero cuestiona el impacto que puede tener la inteligencia artificial (IA) en la vida de los seres humanos porque considera que puede llevar conflictos a una humanidad que, según afirma en una entrevista con EFE en Bogotá, vive por encima de las posibilidades de control de la tecnología.

“A mí me encanta la ciencia, la tecnología y no soy para nada una antitecnológica. Lo que pasa es que creo, tengo la sensación, de que estamos viviendo muy por encima de nuestras posibilidades de control de la tecnología en la que estamos cabalgando, que es como un tsunami”, expresa la escritora, que participó en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FilBo).

Montero (Madrid, 1951) publicó este año la novela ‘Animales difíciles’ (Seix Barral), la cuarta y última entrega de la serie de Bruna Husky, que tiene como tema central la IA.

La mala gestión de esta tecnología, afirma, puede poner en riesgo de extinción a la humanidad.

“Estamos en riesgo de extinción por la energía nuclear y por las bombas atómicas; por el calentamiento global y por la inteligencia artificial (…) Si insistimos lo vamos a lograr, o sea que realmente estamos ahí en un momento preocupante”, manifiesta.

La influencia de la IA

Fotografía del 29 de abril de 2025 de la escritora española Rosa Montero hablando durante entrevista con EFE, en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega

Montero recalca que la IA no es sólo el uso de herramientas como ChatGPT, sino que abarca mucho más y cita como ejemplo que las redes de transportes de muchas ciudades en el mundo están regidas por la inteligencia artificial.

Esta tecnología, opina, “puede llevarnos realmente a una serie de conflictos”, el primero de los cuales es la manipulación que puede hacer de las “cabezas” de las personas.

“Los neurocientíficos más importantes del mundo, como Rafael Yuste, han creado la Fundación Neuroderechos y llevan años clamando en el desierto que se integren a la carta de derechos humanos los neuroderechos, que son tan simples como el derecho a que nadie se meta tu cabeza sin que tú le des permiso”, explica.

Montero precisa que esta lucha ocurre en un momento en el que la IA ya “puede convertirnos en peleles, hacernos decir qué es lo que queremos pensar, votar, comprar o sentir”.

“Ya ha pasado en votaciones que ha habido una influencia tremenda de los bots y eso sería una parte del peligro que no es baladí. Otra parte del peligro sería la creación de una superinteligencia que si no la controlamos puede acabar con nosotros”, afirma la ganadora del Premio Nacional de las Letras Españolas en 2017.

Sin embargo, cree “en la capacidad de adaptación y de superación del ser humano” para contener los peligros de la IA.

Anhelo de dogmatismos

Otro tema que Montero trata en ‘Animales difíciles’, ambientada en el año 2111, y en las otras novelas de Bruna Husky, es el de la “crisis de la credibilidad y de la legitimidad democrática”, así como el “anhelo del dogmatismo, de fanatismos, de sistemas totalitarios que te responden simplificando con grandes y simplistas respuestas las angustias de la vida”.

“Cada vez estamos sometidos a unas mayores amenazas, nos sentimos más asustados, más inermes y de repente aparece una especie de anhelo de esos grandes sistemas dogmáticos que parece que te simplifican la vida y te lo responden todo. Y esa tendencia no ha hecho más que empeorar tanto en el mundo de Bruna como en el mundo real”, explica.

Montero cita el concepto de retrotopía y señala que ante las amenazas que vive la humanidad hay una tendencia “como a pensar en inventar unos tiempos pasados como maravillosos y seguros y dorados que nunca existieron”.

“Se cree que tenemos que volver a esa utopía, a ese ‘retropasado’ utópico que nunca existió. Hay un auge de los movimientos retrógrados increíble y de los movimientos antidemocráticos que han ido creciendo y creciendo. Mis novelas hablan de eso”, manifiesta.

Una exploración de la identidad

En ‘Animales difíciles’, la autora aborda el problema de la identidad a partir de la que vive Husky, quien en la tercera entrega de la serie, ‘Los tiempos del odio’, “está a punto de morir porque la envenenan y la única manera de salvarla es que entra en un experimento” en el que pasan sus dotaciones de memoria y emocionales a otro cuerpo.

“Ella antes, en las tres primeras novelas, es una ‘tecnohumana’ de combate que mide dos metros, es fortísima, es una pantera. Y ahora le pasan a un cuerpo de ‘tecnohumana’ de cálculo, que es una birria, es frágil, es pequeñita”, afirma.

Por eso, agrega: “A mí uno de los temas que siempre me han interesado muchísimo a lo largo de todas mis novelas es la identidad. ¿Cómo se construye la identidad? Nuestra identidad se construye con la mirada de los otros y la relación que tenemos con nuestro propio cuerpo es siempre muy conflictiva, tremendamente conflictiva”.

Jorge Gil Ángel