Zaragoza, 16 jun (EFE).- ‘La salida de Misa de 12 del Pilar de Zaragoza’, la que es considerada como la primera película que se conserva del cine español, ha revivido este lunes en Zaragoza con una mirada nueva, la que le ha dado el director Miguel Ángel Lamata con el rodaje de su versión de la emblemática cinta en pleno siglo XXI.
En ella no hay plano fijo y sí uno de secuencia, el color abunda frente al blanco y negro, y la grabación y postproducción digital son también sus señas de identidad, en contraste con la cámara Lumière que utilizó Eduardo Jimeno Correas en 1899. En definitiva, este homenaje de Lamata es deliberadamente hijo de su tiempo.
Lo que no ha cambiado es el lugar donde se grabó hace 125 años, la conocida como puerta baja de la fachada de la basílica, en su extremo oriental y que escolta la llamada torre de Nuestra Señora del Pilar, una construcción ahora en obras y que, por cierto, aún no existía en 1899.
Allí se han citado por la mañana aquellos que han participado en el rodaje, alrededor de 300 personas entre las que han destacado dos figuras que todo apunta a que marcarán el peso de la cinta: la actriz Luisa Gavasa y la joven promesa Olivia Fernández.
A las 12 en punto, como todos los días, la jaculatoria de la Virgen del Pilar ha empezado a sonar en la plaza, aunque el rodaje se ha hecho esperar un poco más; ha sido a las 12.06 horas cuando ha comenzado la primera toma de las cinco que han sido necesarias para este ‘remake’.
Con el sol del mediodía cayendo a plomo en la plaza, los asistentes han obedecido diligentes las indicaciones de los profesionales hasta que, a la quinta toma, a la una menos cuarto de la tarde, el equipo de rodaje la ha dado por buena. Como es lógico, la noticia ha despertado los aplausos de los presentes.
Tras la grabación, Lamata ha asegurado que se lo ha pasado “bastante bien” rodando una cinta que reinterpreta en Zaragoza «el mismo cuento» que la original, es decir, la gente saliendo de misa.
La primera, como ha recordado, es “una película histórica para el cine español”, mientras que con la suya ha buscado dotar de “un poquito más de movimiento a la narrativa”, además de incluir “dos símbolos”.
Se ha referido así a la actriz Luisa Gavasa, “que es un símbolo en sí mismo del cine español y del cine aragonés”, y a Olivia Fernández, “un joven valor que representa el cine aragonés, el cine futuro, en general, que está por venir”.
En su proyecto, Lamata ha rodado a 120 imágenes por segundo, jugará con la cámara lenta y “con algún efecto de postproducción digital” e incluirá música de fondo.
También después del rodaje, Gavasa ha mostrado su alegría por participar en un proyecto que utiliza de localización la basílica donde la bautizaron hace ya 74 años. “Estamos en un lugar que es muy emblemático para todos y para mí, en especial. Es un orgullo”, ha expresado la actriz.
Bajo su punto de vista, esta iniciativa “es una manera de recordar a los zaragozanos y a los aragoneses que aquí nació el cine, que Aragón es tierra de cine y que todo evoluciona”.
“Cada tanto es bueno hacer una mirada nueva; ni mejor ni peor, diferente, que eso es lo importante y lo que ha hecho hoy Lamata”, ha añadido.
Marcos Díaz
