Madrid, 19 mar (EFE).- El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha llamado la atención este miércoles sobre los problemas del sistema de trenes de cercanías en Cataluña, Rodalies, y ha asegurado que su uso diario es para muchos catalanes “la entrada al infierno”.
Durante una pregunta parlamentaria del republicano al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre las preocupaciones de los catalanes, Rufián ha mostrado una tarjeta de acceso de Rodalies, “un animal mitológico” para muchos diputados, según ha dicho desde su escaño, y ha subrayado que mucha gente hoy en Cataluña, más allá de lo que piense o vote, quiere que el sistema “deje de ser un infierno”.
Rufián ha señalado que Rodalies sufre 876 incidencias al año, 431 de ellas superan la hora de media, y se pierden dos millones de euros al día por retrasos.
“Incluso los usuarios pueden perder doce horas de vida a la semana”, ha denunciado el republicano, quien ha diferenciado entre las tres actitudes que pueden tomarse para enfrentar esta situación.
Primero, ha dicho, están los que intentan arreglar el problema, donde está su formación, asumiendo esas competencias a pesar de que “son jodidas”.
Después, está el PSOE que “entorpece muchas veces” ya que, ha recordado, la inversión que dedica el Gobierno al AVE es de 55.000 millones de euros mientras que para el Rodalies son 8.000 millones, algo que a su juicio también es “una cuestión de clases”.
Por último están, según Rufián, los que “se aprovechan”, Junts, a quienes ha señalado por no querer hacer actos donde esté la bandera española pero sí “dejar a sus amigos en el consejo de administración de Renfe”.
En respuesta a Rufián, Sánchez ha asegurado que el Gobierno “empatiza” con los usuarios de Rodalies, ha recordado que el Ejecutivo ha aumentado el presupuesto para este sistema y ha estimado “injusta” la comparación con el AVE porque “no tiene nada que ver desde el punto de vista de la inversión”.
Sánchez también se ha referido a otras preocupaciones de los catalanes y el resto de españoles, como la vivienda, el empleo, la precariedad laboral y la desigualdad, donde el Gobierno “lleva siete años” trabajando.
En esa línea, ha aprovechado para pedir al PP que aplique la ley de vivienda porque en Cataluña “está funcionando” y el precio “ha bajado un 3 % y en Barcelona un 6 %” mientras se sigue aumentando la oferta.
