Sonia González Balibrea
Madrid, 9 jul (EFE).- Un grupo de seis jóvenes se embarcan este miércoles en un viaje solidario hasta Mongolia en un Nissan Micra y un Golf antiguo, con los que recorrerán más de 17.000 kilómetros cruzando catorce países para llevar material escolar y humanitario a varios enclaves vulnerables.
‘Rumbo Mongolia’ nace del conocido «Mongol Rally», una carrera solidaria que parte desde la ciudad de Praga hasta el este de Kazajistán (antes hasta Mongolia), y ahora, estos jóvenes universitarios, fieles al espíritu original del rally, evocan ese viaje desde Madrid en coches con más de veinte años de antigüedad, pues la esencia está en hacer la travesía con «un coche que no está preparado para hacerlo».
Lo que empezó siendo un grupo de WhatsApp con veinte amigos que se querían apuntar, quedó reducido a doce y finalmente a seis, afirma en una entrevista con EFE Juan Thomas de Carranza, uno de los participantes, quien recuerda que el momento en que supieron que «ya no había vuelta atrás» fue cuando les regalaron el Volkswagen Golf, y poco después, al comprar el segundo coche.
Este viaje, además de ser una misión solidaria, representa una «aventura» para todos ellos, que atravesarán catorce países en 40 días, un reto que, según explican, no tienen definido al detalle. «Hemos preferido concretar más o menos por qué país vamos a pasar y en qué época, pero sin ningún tipo de idea exacta», explica Juan Sanz, otro de los participantes.
Esa «incertidumbre» sobre lo que encontrarán en el camino es precisamente lo que les impulsa, ya que -asegura Sanz- «es la forma de conocer nuevas culturas a fondo, no simplemente visitar las capitales de estos países, sino llegar a las partes más rurales que igual no son tan conocidas porque no reciben tantos turistas».
También han incidido en la dimensión solidaria que tiene este proyecto. «Queremos ayudar a la gente. No todo el mundo vive como nosotros en España», lamenta Jaime Fernández de Araoz, otro de los participantes del rally, que promete que llevarán juegos para que se diviertan y trabajen en equipo, además de materiales académicos y de deporte a personas en contextos vulnerables.
Misiones solidarias en Turquía, Kirguistán y Mongolia
Si bien no tienen un plan cerrado, se han asegurado ciertas misiones solidarias, entre ellas, con la oenegé Cáritas en Ankara y Estambul, donde entregarán materiales para un campamento de niños con discapacidad.
También se hará una entrega de la mano de los Jesuitas con el padre Remi en Kirguistán (Asia Central), lugar donde dejarán «regalos y más material» que vayan comprando por el camino.
Al final de su trayecto, en Mongolia, pasarán por cuatro o cinco parroquias de Cáritas donde llevarán material con un «enfoque escolar, pero también deportivo y artístico», ya que -asegura Sanz- «son los grandes olvidados de la educación».
En cuanto a la financiación, han conseguido recaudar el objetivo que tenían de mínimo 5.000 euros, sin embargo, insisten que no fue un proceso fácil.
«Empezamos a llamar puerta por puerta, tanto a empresas como a conocidos. Al final, no te toman en serio siendo seis personas que están intentando hacer un viaje», reconoce Santiago Pérez, otro joven participante, quien asegura que gracias a colaborar posteriormente con la Fundación Ángel Nieto, su misión empezó a ganar más «credibilidad».
En este sentido, el 20 % de la recaudación se va a ir a la Fundación Ángel Nieto -una entidad sin ánimo de lucro reconocida por su labor de apoyo a personas afectadas por accidentes de tráfico- y el 80 % restante será para cubrir sus gastos del viaje, entre los que está comprar parte del material que repartirán en las misiones.