(actualiza con nuevo balance de muertos y heridos
Kiev/Moscú, 31 jul (EFE).- El Ministerio de Defensa ruso reivindicó este jueves la conquista de la ciudad de Chásiv Yar, situada en la región oriental de Donetsk y por la que ambos bandos llevan combatiendo más de un año, en otra jornada trágica para Ucrania por la muerte de al menos 13 civiles en Kiev en un nuevo ataque combinado de Rusia con drones y misiles contra la capital.
«Como resultado de las acciones ofensivas de la Agrupación de tropas Sur (…) fue liberada la ciudad de Chásov Yar (Chásiv Yar, en ucraniano) de la República Popular de Donetsk (RPD)», informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram.
Ucrania ha negado la caída de Chásiv Yar a través del portavoz del grupo Jortitsia de sus Fuerzas Armadas, Víktor Tregúbov.
«La situación es la misma que en los meses precedentes. Rusia simplemente vuelve a mentir», afirmó a la publicación ucraniana RBK.
También la plataforma ucraniana de análisis militar DeepState aseguró este jueves que Ucrania mantenía el control de algunas zonas del sur y el oeste de la ciudad.
«La liberación de Chásov Yar supone de hecho el desmoronamiento de la linea defensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en dirección a Konstantínovka», afirmó sin embargo a la agencia estatal rusa TASS Ígor Kimanovski, asesor de la jefatura de la RPD, anexionada por Rusia en septiembre de 2022.
Los combates por la ciudad, con una población de unos 12.000 habitantes antes de la guerra, comenzaron en abril de 2024 y para febrero de este año las tropas rusas controlaban el 90 % de la ciudad, que es un importante nudo logístico al lado de Bajmut, que cayó bajo control ruso en mayo de 2023.
La ciudad está situada a unos 5 kilómetros al noreste de Kostiantinivka (Konstantínovka, en ruso), ciudad clave para la defensa desde del sur de Kramatorsk y Sloviansk, los principales baluartes ucranianos en la región de Donetsk.
Ucrania cuenta con la presión de Trump sobre Putin
En paralelo, un nuevo ataque nocturno ruso mató al menos a 13 personas en la capital de Ucrania, entre ellas un niño de seis años, e hirió al menos a 132 personas, de los cuales 14 son niños, según el último parte del Servicio Estatal de Emergencias (DSNS).
Rusia empleó 309 drones de ataque tipo Shahed y ocho misiles de crucero Iskander-K en el bombardeo.
Pese a que las defensas antiaéreas ucranianas consiguieron derribar o neutralizar 288 drones y tres misiles, cinco Iskander lograron impactar, uno de ellos directamente en un edificio residencial de nueve pisos del que destruyó la entrada.
Según el jefe de la Administración Militar de la Ciudad de Kiev, Timur Tkachenko, más de cien objetivos resultaron dañados en el ataque ruso: edificios residenciales, escuelas, guarderías, centros médicos y una universidad.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el bombardeo y declaró que cuenta con la presión sobre el Kremlin, que se han comprometido a ejercer tanto Europa como Estados Unidos para forzar a Rusia a poner fin a este tipo de acciones y firmar la paz.
«Hoy el mundo ha visto otra vez la respuesta de Rusia a nuestro deseo de paz compartido con EE.UU. y Europa. Matanzas nuevas, a la vista de todos. Es por esto que la paz sin la fuerza es imposible. Pero todos los instrumentos para forzar a Moscú a firmar la paz, obligándole a sentarse en una mesa de negociación de verdad están en manos de nuestros socios», escribió en X.
El presidente ucraniano agregó que Ucrania cuenta “con que todo lo que están diciendo EE.UU. y Europa para que este objetivo se cumpla”.
Zelenski aludía al compromiso de la Unión Europea (UE) y los países miembros de seguir incrementando la presión sobre Rusia y a la nueva postura del presidente estadounidense, Donald Trump, respecto a su homólogo ruso, Vladímir Putin.
Trump recortó esta semana de 50 días a 10 el ultimátum dado a Putin para dar hasta el 8 de agosto pasos concretos hacia la paz y aprobó aranceles y medidas punitivas a la India e Irán, cuya cooperación económica y militar contribuyen a sostener el esfuerzo de guerra ruso.
