Berlín, 5 oct (EFE).- Rusia atacó este domingo de forma masiva con drones y misiles varias regiones de Ucrania, principalmente la occidental de Leópolis, en lo que ha sido el mayor bombardeo contra esta provincia fronteriza con Polonia desde el inicio de la guerra en 2022 y en el que fallecieron al menos cinco personas.
«Esta noche el enemigo llevó a cabo el mayor ataque contra la región de Leópolis desde el inicio de la invasión a gran escala», señaló en Telegram el jefe de la Administración Militar Regional de Ucrania, Maksim Kozitskí.
También la Fuerza Aérea ucraniana indicó en su parte diario que la principal dirección del ataque combinado ruso fue Leópolis.
De los 549 medios de ataque aéreos, entre ellos 496 drones de ataque y 63 misiles lanzados por Rusia, 140 drones y 23 misiles se dirigieron hacia Leópolis, según Kozitskí.
Las defensas antiaéreas ucranianas lograron derribar 478 drones y misiles rusos, pero se registraron impactos directos de ocho misiles y 57 drones de ataque en 20 ubicaciones, así como la caída de restos de objetivos derribados en seis lugares.
Polonia activa sus cazas junto a Países Bajos
El bombardeo masivo obligó a Polonia y aliados de la OTAN como Países Bajos -que tiene cazas F-35 desplegados en el país centroeuropeo- a activar la máxima alerta para los aviones polacos y aliados, así como para los sistemas de defensa antiaérea y reconocimiento de radar.
Kozitskí sostuvo que los objetivos de los misiles y de los drones rusos fueron viviendas, hospitales e instalaciones industriales civiles, así como sistemas de transporte de gas cuando empieza la temporada en la que es necesaria la calefacción.
Cerca de la ciudad de Leópolis, en Lapaivka, una familia de cuatro miembros falleció, incluida una niña de 15 años, cuando los bombardeos dañaron su casa.
En la ciudad misma de Leópolis, el alcalde Andrí Sadovi dijo que se dañaron más de mil ventanas, una escuela, una guardería y una iglesia, además de incendiarse un parque industrial y quedarse parte de la metrópolis sin electricidad.
Otra de las regiones más afectadas por el bombardeo fue la suroriental de Zaporiyia, donde se registraron ocho impactos y falleció una mujer de 69 años.
Más de diez personas más resultaron heridas, entre ellas un menor de 16 años, según el jefe de la Administración Militar Regional, Iván Fedorov.
Según el Servicio Estatal de Emergencias (DSNS), en total una quincena de viviendas resultaron dañadas, además de un centro oncológico e instalaciones energéticas.
Cortes de electricidad y del suministro de gas
Más de 110.000 abonados en distintas regiones ucranianas se quedaron sin suministro eléctrico, según el DSNS. En Zaporiyia fueron más de 70.000, según Fedorov.
El Ministerio de Energía de Ucrania informó en Telegram que durante el ataque quedó dañado el equipo de ‘Zaporizhzhiaoblenergo’.
La situación también es complicada en las regiones de Sumi (noreste) y Cherníguiv (norte), que fue atacado de nuevo y donde continúan aplicándose los horarios de cortes de electricidad por horas.
También resultaron dañadas instalaciones de gas, según la empresa Naftogaz.
El bombardeo ruso también afectó a otras provincias, como Ivano-Frankivsk (suroeste), Járkov (este), Jersón (sur), Odesa (sur) y Kirovogrado (centro).
Más protección y un alto el fuego aéreo
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió este domingo de nuevo ayuda a sus socios.
«Necesitamos más protección y una implementación más rápida de todos los acuerdos de defensa, especialmente en defensa aérea, para privar de sentido a este terror aéreo», recalcó en sus redes sociales el mandatario.
«Un alto el fuego unilateral en los cielos es posible, y precisamente eso podría abrir el camino a una diplomacia real. Estados Unidos y Europa deben actuar para obligar a (el presidente ruso, Vladímir) Putin a detenerse», enfatizó Zelenski, quien espera la aprobación de nuevas sanciones por parte de la Unión Europea (UE) y Washington.
En su discurso diario a la nación, Zelenski señaló posteriormente que, lamentablemente, «no hay una reacción fuerte ni digna del mundo ante todo lo que está ocurriendo, ante el constante aumento de la escalada y la insolencia de los ataques».
«Precisamente por eso Putin lo hace: se burla de Occidente, de su silencio y de la falta de acciones contundentes en respuesta», sostuvo el mandatario, quien denunció que los casi 500 drones utilizados la última noche por Rusia «contienen más de 100.000 componentes extranjeros, fabricados en EE.UU., China, Taiwán, Reino Unido, Alemania, Suiza, Japón, Corea del Sur y Países Bajos».

