La Haya, 23 jun (EFE).- El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, afirmó este lunes que la Alianza está «absolutamente convencida» de que España tendrá que invertir “en conjunto” el 3,5 % del PIB en capacidades militares puras en función del acuerdo que saldrá de la cumbre aliada de La Haya y precisó que habrá una revisión de los objetivos en 2029.
“España cree que puede alcanzar esos objetivos (de capacidades) con un porcentaje del 2,1 %. La OTAN está absolutamente convencida de que España tendrá que gastar el 3,5 % en conjunto, así que ahora cada país informará periódicamente sobre lo que está haciendo en términos de gasto y de alcanzar los objetivos. Y de todas formas, habrá una revisión en 2029”, indicó Rutte en una rueda de prensa previa a la cumbre del martes y el miércoles.
La cita de La Haya tiene como principal tema en la agenda el incremento del gasto militar del actual 2 % al 5 % (desglosado en un 3,5 % para inversión militar pura y un 1,5 % para gastos relacionados), a fin de financiar las capacidades que se ha identificado necesitará la Alianza Atlántica para mantener sus labores de disuasión y defensa en los próximos años.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asistirá a la cumbre esperando obtener ese resultado, por el que ha venido presionando desde el inicio de su segundo mandato.
“Gracias al audaz liderazgo del presidente Donald J. Trump, la OTAN está en vías de alcanzar un compromiso histórico por el que cada aliado se compromete a gastar al menos el 5 % de su PIB en defensa”, indicó hoy el embajador estadounidense ante la Alianza, Matthew Whitaker, en una rueda de prensa telemática en la víspera de la cumbre.
Objetivo del 5 %
Rutte aseguró que todos los aliados se han mostrado de acuerdo con la declaración que será aprobada al término de la cumbre, así como con los mencionados objetivos de capacidades, fijados por los ministros aliados de Defensa hace dos semanas.
Por lo que respecta a España, dejó claro que “la OTAN no tiene ninguna cláusula de exclusión voluntaria” y “no conoce los acuerdos secundarios ni los acuerdos colaterales”.
No obstante, Rutte aseguró que “todos los aliados, por supuesto, tienen el derecho soberano y también la flexibilidad de determinar sus vías para cumplir el compromiso de la OTAN”.
“Eso significa cuánto gastarán anualmente. Y esto es exactamente lo que estamos haciendo”, afirmó, y señaló que la “gran diferencia” con el compromiso de la cumbre de Gales en 2014, cuando los líderes aliados acordaron llegar a invertir el 2 % del PIB en gasto en defensa al cabo de diez años, reside en que esta vez habrá “informes anuales”.
“En 2029 vamos a hacer un balance, incluyendo la situación de seguridad internacional”, dijo, abriendo la puerta a la posibilidad de tener que incrementar colectivamente la inversión militar.
El ex primer ministro neerlandés confirmó el domingo por carta al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que el acuerdo de la cumbre otorgará a España “flexibilidad para determinar su propia trayectoria soberana con el fin de alcanzar el objetivo de capacidad y los recursos anuales necesarios como porcentaje del PIB, así como para presentar sus propios planes anuales”.
Sánchez, por su parte, había solicitado esa flexibilidad que, una vez obtenida, permitirá a España respaldar la declaración de La Haya.
Aceptó el acuerdo en otra misiva a Rutte y en una comparecencia pública precisó que España gastará el 2,1 % de su PIB en defensa, «ni más ni menos”, para cumplir con los compromisos de capacidades asumidos, al considerar que llegar a un 5 % era «desproporcionado, innecesario» e incompatible con el estado del bienestar.
Fuentes del Gobierno confirmaron hoy que tanto la declaración que aprobarán los 32 aliados en su cumbre como las cartas entre Rutte y Sánchez tienen naturaleza política y la misma validez y deben entenderse como un solo paquete.
Industria militar y Ucrania
Los otros temas principales de la cumbre serán dar un espaldarazo a la industria militar y proseguir el apoyo a Ucrania.
Mañana se organizará un foro con el sector con vistas a “colaborar estrechamente”, según Rutte, que abogó también por más cooperación con los socios de la UE y el Indo-Pacífico.
Por lo que respecta a Ucrania, Rutte destacó que Rusia sigue siendo “la amenaza más importante y grave” para la Alianza.
“Mientras se trabaja en pos de una paz justa y duradera, debemos seguir asegurándonos de que Ucrania dispone de lo necesario para defenderse hoy y disuadir en el futuro. Nuestro apoyo a Ucrania es incondicional y persistirá”, declaró, al tiempo que reveló que la ayuda militar de los aliados europeos y Canadá a Kiev asciende ya en lo que va de año a 35.000 millones de euros.
La cumbre se iniciará mañana con una cena de honor ofrecida por el rey Guillermo Alejandro de Países Bajos a los mandatarios, a la que han sido invitados los líderes de Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón, así como el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
