Miguel Álvarez
A Estrada (Pontevedra), 7 jul (EFE).- La Rapa das Bestas de Sabucedo ha concluido este lunes tras cortar las crines y desparasitar a 290 caballos salvajes que ya corren por los montes hasta dentro de un año.
Sabucedo ha dado por concluida la tradición que convierte esta localidad de A Estrada (Pontevedra), de menos de cuarenta habitantes, en un núcleo con cerca de veinte mil personas durante cuatro días.
Las actividades empezaron el pasado viernes al amanecer, en una tarea clave, aunque más desconocida para el público, que es la subida al monte para buscar a las ‘bestas’ -caballos salvajes gallegos- y bajarlas posteriormente al pueblo.
En esta ocasión contó con unas doscientas personas que, coordinadas por los ‘aloitadores’ -los encargados de la rapa-, hicieron cordones humanos en el monte para dirigir y luego escoltar a los caballos a los distintos puntos en los que se resguardan hasta el ritual que tiene lugar sábado, domingo y lunes.
Este año fueron capaces de localizar a 290 ‘bestas’, que fueron entrando por grupos en el curro -recinto cercado para guardar animales-, con espacio limitado.
Entre las tres jornadas, y sin contar a los potros, los ‘aloitadores’ pudieron cortar las crines y el pelo de la cola de todas, además de administrarles un desparasitante por vía oral.
El origen y la continuidad de la tradición se centra precisamente en el cuidado de las ‘bestas’, con el corte de las crines donde tienen parásitos y, ya en tiempos modernos, ese desparasitante interno.
Para ello, en cada curro, tres ‘aloitadores’ se enfrentan a cada besta: uno salta al lomo, otro agarra la cola y el tercero sujeta la cabeza.
Cuando logran taparle los ojos, normalmente permiten el tratamiento, aunque algunas son más rebeldes y terminan en el suelo.
Como novedad de este año, pudieron bajar a la manada del garañón -sementales- llamado ‘El Quijote’, que llevaba varias temporadas sin pisar Sabucedo y fue el primero rapado del sábado.
En cambio, el ‘Inglés’ escapó el viernes, a pesar de estar localizado, y ya suma varios años sin acceder al curro de la localidad.
Por primera vez, la Rapa das Bestas de Sabucedo se ha celebrado bajo la distinción de Bien de Interés Cultural en la categoría de patrimonio inmaterial.
Se trata de una figura de protección que acaba de otorgar la Xunta de Galicia para mantener la tradición y todos los elementos que la rodean.
Responde también al gran interés internacional que suscita, este año con 170 periodistas acreditados procedentes de trece países.
Y con la rapa no termina el trabajo, pues los ‘aloitadores’, un colectivo tradicionalmente masculino que suma siete mujeres, hacen seguimiento a las ‘bestas’ durante todo el año.
El objetivo es mantener al caballo salvaje gallego, que en la comarca de Terra de Montes sumaba medio millar de ejemplares hace unos años. que ahora se reducen a poco más de la mitad.
Para ello, a partir de hoy controlarán los partos y la salud de los potros, además de vigilar a aquellos ejemplares que necesiten más comida o sean atacados.
Esta labor se realizará con los fondos recaudados durante este fin de semana y a la espera de la próxima rapa, el primer fin de semana de julio de 2026.
Hasta entonces, las ‘bestas’ seguirán salvajes y los ‘aloitadores’, vigilantes. Por una tradición centenaria y por un ecosistema que, al menos por ahora, resiste.