Entrambasaguas (Cantabria), 6 ago (EFE).- El Gobierno de Cantabria ha sacrificado entre abril y agosto un total de 21 lobos de los 41 que incluye el plan regional de control de la especie, que finaliza en junio del próximo año.
Según ha anunciado en una visita a Campoo de Suso la titular de ese departamento, María Jesús Susinos, las extracciones se han producido en las comarcas de Campoo-Los Valles (5), del Besaya (5), del Saja (4), del Nansa (5), del Asón-Miera (1) y en la zona 2, que corresponde al área de Cabezón de la Sal (1).
Además, ha aclarado que hay otros tres lobos muertos por atropello y ha matizado que son tres y no cinco como se informó, ya que se ha comprobado que los otros dos animales atropellados no eran lobos, sino perros.
El plan de control del lobo en Cantabria, que incluye cazar a 41 animales de esta especie, se puso en marcha en abril cuando el animal salió del Listado de Especies Silvestres de Protección Especial y las comunidades autónomas ya pudieron, desde ese momento, retomar las acciones de control que tenían en marcha.
Sin respuesta de la UE
La consejera ha explicado que aún no se ha recibido respuesta a la carta que Cantabria y otras doce comunidades y las ciudades autónomas enviaron a la comisaria europea de Medio Ambiente, Jessika Roswall, para trasladarle que los informes sexenales que enviará el Ministerio para la Transición Ecológica sobre el lobo «no han pasado por Conferencia Sectorial» y para pedirle una reunión.
Susinos ha acusado al Ministerio de no querer reunir a las comunidades para abordar esos datos con el fin de mandar a Bruselas un informe en el que se refleje que el estado de conservación del lobo es desfavorable, algo que la consejera niega.
A su juicio, el Ministerio quiere «callar» a las comunidades autónomas. «Por eso, se está saltando la legalidad a la torera y utilizando y mangoneando todas las instituciones a su antojo para mandar los informes no como son en realidad, sino como ellos quieren que sean», ha afeado.