Madrid, 7 ago (EFE).- La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha defendido a la población migrante que reside en España y, en concreto, en Jumilla (Murcia), un municipio que, como muchos otros, «colapsaría» sin su población extranjera, ya que supone el 20 % de sus afiliados a la Seguridad Social.

Así lo ha señalado la ministra en declaraciones a TVE sobre la polémica decisión tomada por el Ayuntamiento de Jumilla, gobernado por el PP, a raíz de una moción de Vox, de prohibir actos religiosos en sus instalaciones municipales deportivas como el fin del Ramadán que solía celebrar allí la población musulmana de la ciudad.
Saiz ha expresado su «máxima condena» a esta «moción absolutamente racista» del «tándem» PP-Vox, a los que ve completamente «fusionados» en cuanto a su posición en política migratoria, y ha trasladado su solidaridad a los vecinos de Jumilla.
Ha advertido que desde su Ministerio van a estar «muy vigilantes», a través de la monitorización de los discursos de odio que realiza el observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), de las redes sociales para «frenar cualquier intento de propagar el odio contra la población migrante», como ocurrió hace unas semanas en Torre Pacheco (Murcia).
La ministra ha evitado responder a la pregunta de si el Estado llevará esta decisión ante la Justicia, pero ha subrayado que desde el Gobierno serán «muy contundentes» para «garantizar el respeto máximo a la Constitución».
Saiz ha cargado contra el PP, al que ha acusado de ser la máxima expresión de «la derechita cobarde» al tratar de negar la verdadera intención de esta moción e intentar alterar la vida de la ciudadanía «de una manera sibilina».
Así, con acciones «que parecen inofensivas», como el fomento del deporte, intentan inocular «miedo» y «desesperación» en personas que llevan años o décadas en estos municipios «aportando, integrados y trabajando», ha denunciado.
Ha lamentado que el PP y Vox usen estas pequeñas localidades como «laboratorios» de lo que sería la España que aspiran gobernar algún día, un país «cerrado» y «pobre».
A este respecto, la directora general para la Igualdad de Trato y No Discriminación y contra el Racismo, Beatriz Carrillo, ha acusado a PP y Vox de utilizar «el odio como estrategia política».
«Están señalando, excluyendo y deshumanizando a las personas musulmanas. Esto no es convivencia. Es una guerra cultural contra los derechos fundamentales», ha aseverado en la red social X, para calificar la decisión del Ayuntamiento de Jumilla de «ataque inconstitucional a la libertad religiosa» y de «acto de islamofobia institucional». li