Madrid, 1 sep (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que «hay jueces haciendo política y políticos que tratan de hacer justicia», en referencia a los supuestos casos de corrupción por los que son investigados familiares directos suyos como su esposa o su hermano.
En una entrevista con TVE, Sánchez ha lamentado que aunque la «inmensa mayoría» de los jueces y fiscales «cumplen con la ley» hay «casos palmarios» en que esto no sucede y que están haciendo un «daño terrible» a la justicia, obligando a pagar la llamada «pena del telediario» por instrucciones judiciales a dos personas concretas por el mero hecho de ser sus familiares.
Tras defender la honestidad y la inocencia de su esposa Begoña Gómez y de su hermano David, de quienes ha asegurado que conoce cómo viven y «qué han hecho», ha confiado en que la justicia actúe y ha señalado que sería el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) quien podría determinar cómo defenderse ante estos procesos que para él son «muy defectuosos tanto en el fondo como en la forma».
Sánchez ha insistido en el «inmenso daño» que a su entender hacen estas actitudes y ha recordado que las instrucciones judiciales que afectan a su entorno familiar proceden de «denuncias falsas» y «recortes de prensa de organizaciones ultraderechistas» que acuden a los juzgados para tratar de abrir causas.
El jefe del Gobierno ha defendido también en la entrevista la inocencia del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, pese al riesgo de que pueda acabar sentado en el banquillo por el caso de las filtraciones relacionadas con la investigación fiscal al novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
Ha asegurado que la supuesta filtración «no se ha podido probar» y ha remarcado que afecta a la pareja de Ayuso por un caso de corrupción y él «siempre» estará con los fiscales y jueces que luchan contra la corrupción.
Además, ha aludido al voto particular que un magistrado del Tribunal Supremo respecto a la instrucción contra el fiscal general, el cual apuntó que a la acusación del juez le faltaba «consistencia» y que «no se puede abrir un juicio sin ninguna prueba».