Sánchez ensalza su política y la libre expresión frente a la gestión de Trump y Netanyahu

El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en la Universidad de Columbia. EFE/Pool Moncloa/Borja Puig de la Bellacasa

Nueva York, 22 sep (EFE).- El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió este lunes su política progresista, la libertad de expresión, el respeto a los derechos humanos y los beneficios de la inmigración, frente a la posiciones que encarnan el presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Sánchez intervino en la Universidad de Columbia en uno de los primeros actos de su agenda en Nueva York con motivo de su participación en diversos eventos en el marco del inicio del nuevo periodo de sesiones de la Aamblea General de la ONU.

Sin citar a Trump explícitamente, Sánchez expuso una serie de prioridades de su Gobierno que chocan con las políticas que está llevando a cabo el presidente estadounidense, entre ellas la defensa del reconocimiento de Palestina y su rechazo frontal a la actuación de Israel en Gaza.

Su intervención estaba anunciada como una visión respecto a la respuesta progresista que debe dar el mundo a los desafíos globales, y en ella fijó los elementos que cree claves ante varios cientos de estudiantes de esta universidad.

Un centro que el pasado mes de julio anunció que aceptaba pagar una multa de 200 millones de dólares para dar por cerradas las acusaciones que la Administración de Donald Trump vertió contra ella por supuesto antisemitismo.

Fanatismo «a raya»

Sánchez señaló que hay principios que se están viendo amenazados, e instó a perseverar por sociedades abiertas que mantengan el fanatismo «a raya» y que considera como su principal antídoto.

Eso es lo que cree que ha hecho Estados Unidos a lo largo de la historia y lo que asegura que muchos ciudadanos de este país siguen defendiendo, y eso es lo que afirmó que pretende su Gobierno en España, combatir a la extrema derecha con políticas que dijo que, «humildemente», cree que pueden servir de ejemplo a otros países.

Esencial cree que es la libertad de expresión, porque «cuando se silencia la voz de una sociedad, esa sociedad acaba muriendo».

Esa libertad de expresión, la libertad de credo y el derecho a participar en la vida pública precisó que no son privilegios, sino principios fundamentales y salvaguardas frente a la tiranía.

En consecuencia, pidió proteger esas libertades, evitar que se manipulen y que se conviertan en armas para divulgar desinformación, incitar al odio o socavar las instituciones democráticas.

Sin miedo a la inmigración

Sánchez se detuvo en destacar el comportamiento de la economía española, y resaltó la contribución que a ello ha tenido la inmigración.

«Para nosotros, la inmigración no es una fuente de miedo o una amenaza, sino una fuente de esperanza y de oportunidad», subrayó mientras recordaba que en la Universidad de Columbia hay profesores y alumnos de todo el mundo.

Aunque quiso dejar clara su apuesta por la inmigración legal y por la lucha contra las redes de tráficos de personas, manifestó que «todos los inmigrantes, legales o ilegales, son seres humanos que están buscando una vida mejor».

Tras esa afirmación recibida con un aplauso de los estudiantes, el presidente del Gobierno consideró que el mundo debe fundamentarse en reglas que tienen que prevalecer sobre la ley del más fuerte, reflexión que le llevó a reiterar el apoyo a Ucrania ante la invasión de Rusia y a pedir, que si se sanciona a Moscú, se haga lo mismo con Israel por sus ataques en Gaza.

«Yo me sigo planteando -apostilló- cuál es el doble rasero que impide que condenemos con la misma determinación el asesinato de más de 60.000 palestinos en Gaza».

Contra «un gran Israel»

Sánchez insistió en exigir la liberación de los rehenes israelíes antes de precisar que una cosa es defender a un país y otra «asesinar a más de 60.000 civiles, desplazar a dos millones de personas, bombardear hospitales y matar de hambre a niños inocentes».

Para él, Israel usa esta guerra como una excusa para hacer algo que no es aceptable, destruir Gaza, ocupar también Cisjordania y crear un gran Israel sin presencia palestina.

Por todo ello consideró que la comunidad internacional no puede permanecer callada y advirtió de que una de las lecciones más importantes aprendidas en el siglo XX es que «el genocidio es el peor crimen de lesa humanidad» y no se puede mirar hacia otro lado.

De la misma forma, reivindicó la decisión de España de seguir aumentando su compromiso con la cooperación y las instituciones multilaterales mientras otros, en referencia a Estados Unidos, se van de ellas.

En ese contexto, consideró necesario aumentar el gasto en defensa pero sin que ello implique abandonar los compromisos en materia de cooperación y ayuda al desarrollo.

«Tenemos que ser los pioneros del futuro, del progreso», recalcó el presidente del Gobierno, quien resaltó que ser progresista «no supone caer en un idealismo ingenuo, sino en un pragmatismo responsable».

Tras su intervención en el salón central de la Universidad de Columbia, Sánchez mantuvo una reunión con un grupo de jóvenes españoles que estudian en esta institución.