Madrid, 10 sep (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reprochado a Alberto Núñez Feijóo que se dedique a insultar mimetizándose con la ultraderecha, y ha asegurado que su Ejecutivo es limpio ante las acusaciones de corrupción del líder del PP, quien le ha criticado por moverse ya solo por el miedo a los jueces, a los medios y a las urnas.

Sánchez y Feijóo se han enzarzado en acusaciones mutuas en el primer cara a cara entre ambos en el Congreso del nuevo curso político.
El líder de la oposición ha comenzado enumerando la serie de cuestiones judiciales que afectan al Gobierno tras recordar a Sánchez que llegó a Moncloa prometiendo ejemplaridad.
Al hilo de ello, le ha preguntado si es ejemplar tener al fiscal general del Estado «bajo fianza y sentado en el banquillo», haber autorizado una reunión en el aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta de Venezuela o que la esposa del exministro José Luis Ábalos «le informase de sus desmanes y le volviese a incluir en las listas».
A ello ha sumado «haber convertido La Moncloa en un centro de negocios con la mujer del presidente pluriimputada y declarando hoy de nuevo en un juzgado por un presunto quinto delito, en este caso de malversación».
Tras citar esos asuntos, Feijóo ha instado a Sánchez a que dijera si pediría la dimisión a un presidente que se encontrase ante todos esos supuestos.
El presidente del Gobierno le ha contestado que no va a caer en lo que ha considerado una provocación y ha garantizado que el Ejecutivo está haciendo lo que exigía.
«Exigíamos una política limpia y este es un Gobierno limpio», ha añadido entre una sonora reprobación de la bancada popular y antes de explicar que exigían también compromiso con las causas sociales y el Ejecutivo ha aumentado becas, y que pedían defensa del derecho internacional humanitario y se ha situado «en el lado correcto de la historia» ante el «genocidio» en Gaza.
Feijóo ha lamentado que con eso no haya contestado a sus preguntas y le ha acusado de estar «en todas las causas de dimisión» que le había citado previamente, y que Sánchez esté al frente de un Gobierno que no gobierna.
A su juicio, durante el verano «se escondió en La Mareta» (la residencia de Lanzarote en la que el presidente pasó el mes de agosto) pensando que iban a taparse los casos de corrupción, pero ésta no se ha ido «porque usted -ha dicho dirigiéndose a Sánchez- está aquí».
Le ha recordado que sigue sin apoyos para los presupuestos y que este miércoles está previsto que el Gobierno tenga una nueva derrota parlamentaria al no prosperar la ley de reducción de la jornada laboral.
Ante todo ello, ha concluido que Sánchez ya sólo se mueve por miedo.
«El miedo a los jueces por lo que saben, el miedo a los medios por lo que publiquen, el miedo a los socios que le dejen caer, el miedo a la gente que habla en las urnas. Quizás también el miedo a que alguna vez usted mismo pueda acabar en el juzgado», ha apostillado.
La respuesta de Sánchez ha sido recordar lo que ha hecho el líder del PP al inicio del nuevo curso político, como el «plantón» a jueces, fiscales y al rey en el acto de apertura del año judicial, «utilizando una conversación privada y falsa con el jefe del Estado para intentar excusar lo inexcusable».
Le ha afeado igualmente que no tenga posición ante el pacto de Estado por la emergencia climática que ha ofrecido, y que se haya dedicado al insulto «mimetizándose con la ultraderecha».
Mientras, ha explicado que el Gobierno ha tramitado una quita de la deuda autonómica y ha llevado a las Cortes la reducción de la jornada laboral, ante lo que ha acusado a Feijóo de que su partido vaya a «prohibir» su debate.
Y ha vuelto a aludir a la situación en Gaza para hacerle un emplazamiento: «Lo que está pasando en Gaza es un genocidio. Repita conmigo, señoría, es un genocidio».