Sánchez insta al PP a dejarse de excusas y apoyar el plan ante la guerra comercial

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la inauguración de la reunión anual del Cercle d'Economia, que congrega en su cuadragésima edición a líderes políticos y empresariales bajo el lema "Europa, wake-up call?", para analizar el convulso contexto geopolítico. EFE/Quique García

Barcelona, 5 may (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hecho este lunes un llamamiento a los grupos parlamentarios para que apoyen el jueves el plan del Ejecutivo ante la guerra arancelaria, y ha instado en concreto al PP a dejarse de excusas y, por una vez, dar la cara y no la espalda al país.

Sánchez ha hecho esta apelación en la apertura de la reunión anual del Cercle d’Economia, un acto en el que han estado presentes, entre otros, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu.

El lobby empresarial catalán celebra este año la 40 edición de sus jornadas centrando los debates en la necesidad de respuesta de Europa en el contexto geopolítico actual, y, ante ello, Sánchez ha hecho hincapié en que “Europa tiene que despertar de una vez por todas”.

Al hilo de ello se ha referido a la crisis arancelaria que ha provocado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para advertir de que no se ha disipado y sigue ahí “como una espada de Damocles” aunque la Unión Europea ofrece diálogo para una solución.

Pero si no se consigue, ha garantizado que Europa no va a quedarse de brazos cruzados como no lo ha hecho ya el Gobierno.

Por ello ha recordado el plan para hacer frente a las consecuencias de esos aranceles que ha presentado el Ejecutivo y que será votado esta semana en el pleno del Congreso.

Una votación ante la que ha lanzado una llamada a los grupos parlamentarios para que apoyen la convalidación de ese plan.

“Les pido que no den la espalda a su país, sino que den la cara por su país, por sus empresas, por sus trabajadores, en este momento tan crítico”, ha añadido.

Sánchez ha destacado que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha tendido puentes con los partidos políticos para llegar a acuerdos y al Gobierno le gustaría lograr un apoyo casi unánime.

Por eso ha lamentado que se pretendan mezclar cosas que nada tienen que ver con el plan ante la crisis arancelaria como la política energética, en alusión a la condición del PP de respaldarlo si hay un compromiso para alargar la vida de las centrales nucleares.

“Me parece que es una excusa que si algo visibiliza es la oposición destructiva que viene sufriendo España desde 2019 en cada una de las crisis que ha vivido, ya sea la pandemia, la dana o la crisis energética”, ha lamentado.

No obstante, ha dejado un resquicio a la esperanza y ha confiado en que en esta ocasión el próximo jueves, cuando el pleno del Congreso debatirá el plan, haya ese voto afirmativo del PP.

El presidente del Gobierno ha aprovechado para resaltar el “extraordinario momento” que vive la economía española, que ha dicho que se traduce en la apuesta de los inversores extranjeros por España tras buenos datos como la subida del 1,16 % del Ibex en abril o una previsión de crecimiento del PIB del 2,6 % este año.

Ha recordado que este martes se conocerán los datos de afiliación a la Seguridad Social de abril y, ante ellos, se ha mostrado convencido de que van a confirmar que “España continúa siendo la locomotora de creación de empleo de toda la eurozona”.

Además, ha destacado la influencia española en Bruselas ante decisiones importantes que han de adoptarse

Sánchez ha hecho una cerrada defensa de la autonomía estratégica de Europa, de su reindustrialización y de la necesidad de que se abra a nuevos mercados, entre ellos China, y ha advertido del peligro de las “falsas recetas de los negacionistas” ante logros que hay que seguir impulsando como el Pacto Verde.

“El Pacto Verde y la competitividad son dos caras de la misma moneda y la mejor apuesta para conquistar el futuro”, ha asegurado antes de justificar también la necesidad de incrementar el gasto en seguridad y defensa, como ya va a hacer España llegando este año al 2 % de su PIB en ese gasto.

Pero insistiendo en que el Gobierno no va a sacrificar ni un céntimo de euro de la ayuda al desarrollo para pagar la seguridad y la defensa.