Sánchez lanza su plan contra la corrupción tras reconocer que pensó en dimitir por Cerdán

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez interviene en el pleno del Congreso de los Diputados este miércoles. EFE/ Javier Lizón

Madrid, 9 jul (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto un plan estatal de 15 medidas contra la corrupción, en el que ha recogido buena parte de las propuestas de sus socios de Sumar, después de admitir ante el pleno del Congreso que pensó en dimitir y en convocar elecciones ante el escándalo que salpicó a Santos Cerdán.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada para asistir el pleno del Congreso de los Diputados este miércoles. EFE/ Javier Lizon

Sánchez ha respondido a la expectación generada por su comparecencia para dar cuenta de su reacción al caso Koldo -una vez que derivó en la caída del secretario de Organización del PSOE por su supuesta implicación en la trama- anunciando un amplio plan elaborado junto a la OCDE y con sugerencias de los grupos que le apoyan.

Como medidas estrella, la creación de una agencia independiente anticorrupción, la obligación de someter a auditorías externas a los partidos, la protección a los denunciantes, la agilización de la respuesta judicial a las prácticas corruptas, la incautación de bienes robados y también un cerco para perseguir con mayor firmeza a las empresas corruptoras.

«No tiraré la toalla»

Pero antes de presentar este plan el líder socialista ha admitido su «profunda decepción» y el «error» de confiar en el exministro José Luis Ábalos y en su sucesor en la Secretaría de Organización del PSOE, quienes en su día le ayudaron a ganar las primarias; y ha desvelado que creyó a Cerdán cuando le pidió explicaciones ante los rumores sobre su supuesta vinculación con el caso Koldo y él lo negó todo.

«Pese a que debo respetar lógicamente el principio de presunción de inocencia, para mí resulta evidente que me equivoqué», ha afirmado.

Después vino el informe de la UCO y los indicios contra él, Koldo y Ábalos, y es ahí, ante ese «duro golpe», cuando consideró la posibilidad de dimitir y convocar elecciones anticipadas, una decisión que parecía la solución más fácil para él y su familia.

Pero lo descartó porque se considera un «político limpio» desconocedor de las corruptelas que le acechaban, porque está convencido de que podrá recuperar la confianza de sus socios y porque todavía le falta tiempo para culminar su proyecto político.

«No tiraré la toalla», ha sentenciado ante el pleno.

Corruptos y corruptores

Sánchez ha hecho hincapié, eso sí, en defender la labor de su gestión desde que es presidente del Gobierno, especialmente en lo que se refiere a los logros económicos.

Ha reconocido que pese al buen funcionamiento de instituciones y empresas la integridad «no es absoluta» y sigue habiendo «corruptos y corruptores» y el refuerzo de medidas para combatirlos en los últimos años no ha sido suficiente, y como prueba ha aludido a las 35 causas por corrupción que en 2024 afectaron a partidos de todo signo político.

Tras explicar la «reestructuración profunda» acometida en el seno del PSOE el pasado fin de semana, ha lanzado el paquete de reformas que, ha sostenido, deberían permitir que tramas corruptas como las de Cerdán y Ábalos, no vuelvan a repetirse.

Los cinco ejes en los que se estructura el plan son la prevención de riesgos y mejora de controles, la protección a los delatores de corrupción, el refuerzo de la capacidad del Estado para perseguir las prácticas corruptas, la recuperación de los bienes robados, y la generación de una «verdadera cultura de la integridad».

Pedro Sánchez ha confiado en que sus medidas convenzan a los grupos parlamentarios, ha apostado por superar con la activación de este plan lo que ha descrito como una «crisis de corrupción» y ha asegurado asumir su responsabilidad.

«Lo fácil sería tirar la toalla, pero nosotros no hacemos lo fácil, hacemos lo correcto», ha concluido.