Hanói, 8 abr (EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó este martes a Hanói en la que es la primera visita oficial de un jefe del Ejecutivo de España a este país y que se enmarca en una gira que incluye también China en medio de la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
El avión de la Fuerza Aérea Española en el que viajó junto al resto de su delegación, de la que forman parte sus ministros de Asuntos Exteriores y Agricultura, José Manuel Albares y Luis Planas, respectivamente, aterrizó en el aeropuerto internacional de la capital vietnamita a última hora de la tarde.
Allí fue recibido por el ministro de Cultura, Deporte y Turismo de Vietnam, Nguyen Van Hung.
La agenda oficial de Sánchez no comenzará hasta el miércoles, cuando se reunirá con las cuatro principales autoridades del país: el secretario general del Partido Comunista y máximo líder vietnamita, To Lam; el primer ministro, Pham Minh Chinh; el presidente, Luong Cuong; y el presidente de la Asamblea Nacional, Tran Thanh Man.
Esa serie de reuniones ponen de manifiesto, según el Gobierno español, la relevancia que Vietnam otorga a esta visita, la primera de un jefe del Ejecutivo de España.
En octubre de 2000 el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, incluyó Vietnam en una gira prevista por este país, Corea del Sur (para participar en una cumbre Europa-Asia), e Irán.
Sin embargo, suspendió el desplazamiento a Hanói tras el asesinato en atentado terrorista de ETA del coronel médico del Ejército del Aire Antonio Muñoz Cariñanos para estar presente en Sevilla en su funeral, y viajó después directamente desde Madrid a Seúl.
La coincidencia de la gira de Sánchez con la guerra comercial impulsada por Trump (los aranceles empezarán a imponerse este miércoles) hará que este asunto esté muy presente tanto en las reuniones de Vietnam, donde visitará también Ho Chi Minh, como en China, donde se reunirá con su presidente, Xi Jinping.
Más relevancia por los aranceles

Pero el Gobierno español recalca que aunque el viaje no es una respuesta a Estados Unidos porque estaba previsto de antemano, cobra relevancia debido a esa circunstancia.
Además, Trump ha impuesto a Vietnam un 46 % de aranceles (de los más altos y sólo superado en la región por los del 48 % a Camboya y 47 % a Laos), una decisión a la que las autoridades vietnamitas han respondido ofreciendo aranceles cero para las importaciones estadounidenses si llegan a un acuerdo.
Sánchez aspira a facilitar nuevas oportunidades en Vietnam para empresas españolas (viajó desde Madrid con una decena de representantes de firmas con intereses en este país) y reducir el déficit comercial bilateral de España.
Según los datos del Gobierno, en 2024 España importó de Vietnam por valor de 5.200 millones de euros mientras que exportó sólo por 530 millones.
Si el jefe del Ejecutivo desarrollará en Hanói la parte más institucional de su visita, el jueves en Ho Chi Minh (considerada la capital económica del país) primará la vertiente comercial, ya que presidirá un foro empresarial bilateral y se reunirá con representantes de empresas españolas que operan en el país.
Entre las firmas con presencia en Vietnam figuran Indra, Airbus, Roca, Porcelanosa, Acciona, Meliá, Grupo Antolín, Siemens Gamesa, El Corte Inglés o Acerinox.
El Gobierno español destaca que Vietnam es uno de los países de mayor crecimiento económico en la región y en el mundo y que aspiraba a alcanzar este año el 8 %, aunque ahora se está a la espera del impacto que pueda tener la guerra comercial.
A este país (de los que más superávit comercial tiene con Estados Unidos) se trasladaron fábricas chinas para evitar los aranceles de Washington a Pekín durante el primer mandato de Donald Trump.
Visitas internacionales
Tiene cada vez más relevancia internacional como lo demuestran las sucesivas visitas de líderes en año y medio, entre ellas las que protagonizaron el presidente estadounidense Joe Biden, el de Rusia, Vladímir Putin, o la previsto por Xi Jinping.
En marzo estuvo el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y se prevén igualmente sendas visitas de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
Todo ello propiciado por la diplomacia neutral del país (conocida como “diplomacia del bambú”) y la necesidad de impulsar los contactos internacionales ante la guerra comercial.
Vietnam celebra este año el 50 aniversario del fin de la guerra que derivó al año siguiente, en 1976, en la reunificación del país, y la visita de Sánchez coincide con una reunión del Comité Central del Partido Comunista en la que se abordará la revisión de su ley de inversiones extranjeras.
Con motivo de este viaje se firmarán una serie de memorandos para aumentar la colaboración en ámbitos como el agrícola, el cultural y el deportivo, así como un protocolo financiero por importe de unos 300 millones de euros en créditos para facilitar la presencia de empresas españolas.
El Gobierno español cree que Vietnam tiene un gran potencial y ofrece oportunidades a estas empresas, especialmente en sectores como el de las concesiones ferroviarias, alta velocidad, trenes urbanos, agua o energías renovables.