Sánchez mantiene intacto su horizonte del 2027 al año de reflexionar si seguía en el cargo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (c), su mujer Begoña Gómez (d). Archivo EFE/Julio Muñoz

Madrid, 24 abr (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene intacta su pretensión de agotar la legislatura y llegar a 2027, un año después de que anunciara que se tomaba unos días para decidir si le merecía la pena seguir en el cargo tras los ataques que denunció contra él y su esposa, Begoña Gómez.

Este jueves se cumple un año de que hiciera pública su carta a la ciudadanía en la que comunicaba que se daba cinco días para reflexionar al respecto, después de que un juzgado de Madrid abriera diligencias contra su mujer por la supuesta comisión de delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios tras una denuncia del autodenominado sindicato Manos Limpias.

Aunque desde el Gobierno y desde el PSOE se aseguró que se trataba de una denuncia sin fundamento, la decisión del juez Juan Carlos Peinado hizo mella en Sánchez, quien en su misiva calificaba la situación de un “ataque sin precedentes” contra su esposa y se planteaba si debía seguir soportándolo.

Se respondía a sí mismo en ese momento asegurando que no lo sabía y que, por ello, necesitaba parar y reflexionar junto a su mujer, de la que se confesaba “profundamente enamorado”.

“Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor”, añadía Sánchez.

Su titubeo provocó una ola de apoyo por parte del PSOE, partido que entró en shock ante la posibilidad real que veían en ese momento de que el presidente del Gobierno renunciara al cargo, mientras que la oposición lo vivió con escepticismo pero expectante también ante la decisión final.

Tras reflexionar junto a su familia y tal y como había avanzado, cinco días después, el 29 de abril, Sánchez hizo una declaración en el Palacio de la Moncloa en la que desveló el resultado de su reflexión.

“He decidido seguir”, proclamó y aseguró además que lo haría “con más fuerza si cabe” y escribiendo lo que dijo que sería un punto y aparte para trabajar por la regeneración que consideraba pendiente y por el avance y consolidación de derechos y libertades.

Para ello impulsó el denominado Plan de Acción por la Democracia, con 31 medidas que se van concretando, como crear un registro de medios de comunicación para conocer sus propietarios y la publicidad que reciben, aumentar la transparencia institucional, perseguir la desinformación y los bulos, reformar los delitos de injurias a las instituciones del Estado u ofensas a los sentimientos religiosos, y modificar la ley electoral.

Desde que comunicó su continuidad, repite en actos de Gobierno y de partido que está determinado a seguir y que las elecciones generales serán cuando tocan en 2027, y fuentes del Ejecutivo aseguran a EFE que un año después de su carta, su compromiso de agotar mandato está intacto.

Lo está, afirman, pese a reconocer las dificultades que tiene la aritmética parlamentaria para sacar adelante sus iniciativas, entre ellas unos presupuestos generales del Estado que aún no ha visto la luz en la presente legislatura.

Y mantiene también su determinación aunque continúa la investigación judicial contra su esposa, en cuyo contexto la semana pasada el juez Peinado acudió a Moncloa para tomar declaración como testigo al ministro Félix Bolaños después de que en julio pasado lo hiciera para hacer lo propio con Sánchez.

Pero el jefe del Ejecutivo reitera su discurso de que el tiempo pondrá las cosas en su sitio y se comprobará que no hay nada, que todo es consecuencia de una estrategia de la derecha política, mediática y judicial que alimenta lo que bautizó como “máquina del fango” y que está condenada al fracaso.