Madrid, 11 jun (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, protagonizarán este miércoles el último cara a cara parlamentario del periodo de sesiones en un pleno que se espera sea de alto voltaje.
Será la primera vez que ambos se enfrenten en el Congreso tras el terremoto político provocado por la divulgación de unos audios en los que la exmilitante del PSOE Leire Díez pedía a un empresario información comprometedora sobre un teniente coronel de la UCO.
A ello se ha unido el procesamiento este lunes del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos por las filtraciones relacionadas con el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por fraude fiscal.
Sobre ambos temas el PP ha pedido que comparezca Sánchez en el Congreso, aunque su presencia en el actual periodo de sesiones, que finaliza este mes de junio, parece poco probable dada su agenda internacional para las dos últimas semanas del mes.
A la comparecencia del PP sobre el caso de Leire Díez se había sumado otra petición conjunta Podemos y ERC también sobre el mismo asunto.
Lo que si está confirmado es que Sánchez comparecerá en el Congreso en julio, tras el Consejo Europeo del 26 y 27 de junio.
Antes de esa cita, la de mañana se presenta como un nuevo episodio del enfrentamiento entre Gobierno y PP, con los populares apuntando al Ejecutivo, al que acusa de apoyar a García Ortiz porque le deben algún favor.
El Gobierno, por su parte, ha reiterado su «total confianza» en García Ortiz y ha negado que hubiese habido instrucciones por parte de Presidencia del Gobierno a la Fiscalía General del Estado, como indicaba el auto de juez del Supremo Ángel Hurtado.
Desde Moncloa ponen la mirada además en «algunos» jueces que están haciendo «cosas difíciles de entender».
Los socios del Ejecutivo también han cerrado filas en torno a García Ortiz. La líder de Podemos, Ione Belarra, ha defendido al fiscal y ha asegurado que se trata de «un ataque frontal» a la democracia porque quien debería «estar en el banquillo» es Ayuso, mientras que la portavoz de Sumar, Verónica Barbero, ha subrayado que no debe dimitir porque no ve en qué manera contribuiría a la regeneración democrática.