Sevilla, 25 sep (EFE).- Tres instalaciones con reproducciones coloreadas en gran tamaño de objetos de la vida cotidiana y de fragmentos arquitectónicos, agrupadas bajo el título «Donde el polvo respira», forman la propuesta artística de la angoleña Sandra Poulson sobre la memoria colectiva de su país, en su primera exposición en España, en la Cartuja de Sevilla.
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) ha inaugurado esta muestra de la artista nacida en Luanda (Angola) en 1995, comisariada por la directora del CAAC, Jimena Blázquez, en la que mediante la reproducción de objetos cotidianos y familiares, casi siempre aumentados de tamaño, trata de expresar las transformaciones políticas y sociales de su país, que vivió una larga guerra civil de 17 años.
A través de estas tres grandes obras, instaladas en la antigua iglesia del monasterio de la Cartuja, en la Capilla de Colón y en la antigua sacristía de esa misma iglesia, espacios que llenan sobradamente cada una de ellas, cada cual con un solo color característico, la artista se adentra en la historia reciente de su país generando espacios y arquitecturas con un enfoque etnográfico e incluso arqueológico.
Por ejemplo, la obra efectuada en 2023 y titulada «Válido en todo el territorio nacional» reproduce, mediante unos elementos arquitectónicos suspendidos del techo, y una mesa de comedor, con objetos habituales como botellas y otros enseres que parecen abandonados, la historia de la cervecería ‘Biker’, que fue uno de los espacios más emblemáticos del centro de Luanda.
Aquella cervecería fue centro de reunión habitual de intelectuales y artistas hasta la guerra civil que asoló el país, cuando se abandonó para, posteriormente, un grupo de mujeres lo reutilizó como centro de reunión y de actividades de diversa índole.
La pieza titulada «Jabón azul y agua», también de 2023 y ya presentada en la Bienal de Arquitectura de Venecia de ese año, también se sirve de la reproducción de un conjunto de objetos cotidianos cargados de simbolismo como una pila de lavar a mano, una balaustrada y una blusa típica angoleña, en consonancia con lo explicado por Jimena Bázquez, que ha explicado que las tres piezas constituyen «un relato abierto sobre la historia de Angola».
La instalación titulada «Donde termina el asfalto y comienza la tierra batida», la más oscura, presentada en la Bienal de Arte de Venecia del año pasado, es un homenaje a la periferia, ya que, simbólicamente, conecta las vías asfaltadas de la ciudad.
«En la periferia es donde está el progreso y donde se construye el futuro», ha asegurado Jimena Blázquez sobre la obra de la artista angoleña, para citar al poeta, cineasta y antropólogo angoleño Duarte de Carvalho, quien dijo que «un lugar solo se entiende si se pisa descalzo».
En concordancia con esa cita, la directora del CAAC ha asegurado que la aproximación a la obra de Poulson requiere un «contacto directo».
También ha citado Blázquez a Carvalho para explicar el componente arquitectónico de las creaciones de Poulson: «El espacio no es lo que se ve sino lo que se siente al pasar», y «lo que se levanta con las manos no es solo refugio sino memoria compartida».