Sanidad estudia con OpenIA mejorar ChatGPT para proteger a personas con dolor psíquico

Una bandera española ondea en la fachada del Ministerio de Sanidad. EFE/Kiko Huesca

Madrid, 10 sep (EFE).- El Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad está en contacto con OpenIA, matriz de ChatGPT, para estudiar cómo mejorar el uso de ‘chatbots’ y establecer mecanismos de control para evitar que den «malos mensajes» a quienes acuden a ellos para aliviar su sufrimiento psíquico.

Así lo ha avanzado la comisionada, Belén González, en una jornada celebrada en el Ministerio de Sanidad con motivo del Día Mundial de Prevención del Suicidio para visibilizar un problema que cada año mata alrededor de 4.000 personas en España.

«Resulta que cuando me quiero morir, ahora se lo digo a ChatCPT con la falsa sensación de que es una persona que escucha, que no llama al 112, que no se pone a llorar. Esto no puede ser», ha lamentado la psiquiatra.

En nuestro país no se han detectado casos como el del joven estadounidense de 16 años que se quitó la vida en agosto tras meses interactuando con ChatGPT, pero al Comisionado le preocupa que se pueda estar usando los asistentes de IA para aliviar su sufrimiento psíquico.

Por eso, ha iniciado contactos con las tecnológicas para estudiar «cómo mejorar» estas herramientas de manera que la IA, que «nunca va a sustituir a los terapeutas», proteja a las personas con sufrimiento psíquico y «tenga mecanismos de control y seguridad para evitar dar malos mensajes», ha señalado González.

Descenso «esperanzador» de los suicidios

La jornada ha sido inaugurada por la ministra de Sanidad, Mónica García, que ha valorado cómo «muchísimas cosas han cambiado» en los últimos tres años en el abordaje de la salud mental y el suicidio, con la creación del propio Comisionado y la aprobación del plan de salud mental y uno específico del suicidio.

«En medio de tanto ruido, hemos conseguido lo que parecía difícil hace poco tiempo, y es que la prevención del suicidio sea abordada con seriedad, con rigor, con recursos propios y con consenso», ha celebrado.

García ha recordado que, según los últimos datos provisionales del INE, los suicidios bajaron el año pasado hasta los 3.846 tras encadenar varios de incremento.

«Empezamos a ver un descenso esperanzador. Es una buena noticia que nos indica que vamos en la buena dirección, pero tenemos que seguir trabajando con la misma convicción y con la mismo compromiso y con la misma firmeza», ha dicho, porque 11 personas siguen quitándose la vida cada día en España.

García ha apelado a poner el foco en los determinantes sociales de la salud, porque el suicidio «no se entiende únicamente dentro de las paredes de una consulta», sino también «en todo aquello que les ocurre a las personas fuera de ellas».

«La vivienda duele, la precariedad laboral duele, la soledad duele y necesitamos abordarlo desde todos estos puntos de vista», ha zanjado.

Contarlo sin miedo al rechazo

A lo largo de la jornada se han celebrado dos mesas redondas en la que se han profundizado en varias iniciativas locales de prevención del suicidio en Galicia, Getafe (Madrid), Alcalá La Real (Jaén) o Getxo (Bizkaia); la soledad no deseada, la incidencia en el colectivo trans o el entorno laboral, con el objetivo de visibilizar una realidad sobre la que cuesta mucho hablar, ha reconocido la periodista Marta Nieto.

«En el año 2000, cuando pensaba que este dolor insoportable iba a durar para siempre, intenté quitarme la vida. No pensaba presentarme así, pero después de lo que me pasó la semana pasada, creo que era necesario», ha comenzado.

Lo que le pasó es que se encontró con «una persona muy muy conocida» que le dijo que «también había pasado por un intento autolítico hace tiempo, pero no se atrevía a hablar de eso en público porque cree que la sociedad no está preparada para recibirlo, porque tiene miedo de que la reduzcan solo a eso».

«Y la entendí tanto… Yo pude contarlo por primera vez hace tan solo 3 años y sé que ella también va a poder, pero mientras tanto hoy hablo por ella y por todas las personas que hemos sentido miedo a ser rechazadas por contar parte de nuestra historia», ha afirmado.

Una historia que es mucho más que aquel capítulo de miles de vidas. Solo el año pasado, 75.000 personas intentaron suicidarse en España. Pero «está demostrado que si tomamos acción entre todos, el suicidio sí se puede prevenir», ha concluido.