Sant Jordi vuelve a transformar ciudades y pueblos catalanes con multitudes en sus calles

La fiesta de Sant Jordi vuelve a transformar Barcelona y otras ciudades y pueblos de Cataluña, con multitudes en sus calles, con ciudadanos en busca de un libro y otros muchos con rosas en sus manos desde primeras horas de la mañana, en una jornada imbatible, en día laborable, y con buena climatología. EFE/EPA/ALEJANDRO GARCIA

Irene Dalmases

Barcelona, 23 abr. (EFE).- La fiesta de Sant Jordi vuelve a transformar Barcelona y otras ciudades y pueblos de Cataluña, con multitudes en sus calles, con ciudadanos en busca de un libro y otros muchos con rosas en sus manos desde primeras horas de la mañana, en una jornada imbatible, en día laborable, y con buena climatología.

Si el sector del libro y las flores llevaban días mirando el cielo, hoy, en el ya tradicional desayuno de Sant Jordi en el Palau de la Virreina, editores, escritores y libreros se mostraban felices porque en la capital catalana, epicentro de la jornada, a primera hora ya parecía que el sol iba a ser protagonista y no habría sorpresas de lluvias ni tormentas inesperadas.

A mediodía, a pesar de que la Cambra del Libro de Cataluña intenta en los últimos años “esponjar” los espacios profesionales que organiza en Barcelona para la venta de libros y las firmas de autores, el hormiguear de gente provocaba que fuera difícil la circulación en algunos puntos.

En plena Rambla, una maestra gritaba a uno de sus alumnos, a punto de extraviarse porque quería, sí o sí, el globo azul que ofrece hoy el diario Ara, mientras que en plaza Catalunya, Puri, una jubilada de Getxo (Vizcaya), ha explicado a EFE, rodeada de otros turistas, que ha querido venir expresamente por Sant Jordi con su familia porque había estado hace años en la fiesta y la recordaba como algo “único”.

Cerca, colas kilométricas de lectores muy jóvenes para que les firmaran sus obras autores como Alice Kellen o Inma Rubiales, pero también han aguantado estoicamente personas de más edad para que Paloma San Basilio les firmara un ejemplar de ‘Uxoa, el secreto del valle’.

En declaraciones a EFE, la cantante ha descubierto que es su primer Sant Jordi en Barcelona, un día “maravilloso, dedicado al libro, lo que me parece un regalo”.

Ha comentado que se trata de una “experiencia única”, en la que desde primera hora no ha parado de departir con sus fans y lectores, quienes le comentan sobre la novela y también le muestran su “afecto” por todo lo que les ha hecho “compartir” en más de medio siglo de carrera musical.

A su lado, el escritor Alejandro Palomas, autor de ‘Una vida’, ha reconocido que como cada Sant Jordi no espera la cantidad de lectores que quieren que les firme sus obras, tanto esta última como otras protagonizadas por el entrañable personaje de Amalia.

Acalorado, habla con todos ellos, en largas conversaciones, muchas de las cuales finalizan con una fotografía conjunta.

En la plaza de la Universidad, en un día como hoy, es posible adquirir “rosas eternas” y, al principio de la Rambla, con motivo del 200 aniversario del ‘braille’, este mediodía hay en la caseta de la ONCE lecturas en ‘braille’ para remarcar su importancia como “herramienta de acceso a la cultura y de inclusión para las personas con discapacidad visual”.

En una diada así, parece que todo es factible en la capital catalana, incluso cruzarse con individuos con una suerte de espadas en el cinto sin que los agentes de la Guardia Urbana que hay en el centro, algunos en bicicleta, les pidan la documentación.