Save the Children alerta de dificultades para asistir a afectados por lluvias en Nigeria

EFE/EPA/AFOLABI SOTUNDE

Lagos, 6 jun (EFE).- Save the Children advirtió este viernes que las dificultades para acceder a las comunidades afectadas por las inundaciones en el estado de Níger, en el oeste de Nigeria, están obstaculizando los esfuerzos de ayuda humanitaria.

“Llegar a las comunidades de Mokwa (la zona afectada) es todo un desafío debido a la destrucción provocada por las inundaciones, que han cortado las vías de transporte, lo que vuelve aún más vulnerables a los niños separados de sus familias”, dijo el director nacional de Save the Children en Nigeria, Duncan Harvey, en un comunicado.

La organización señaló que las lluvias torrenciales destruyeron rutas clave para la distribución de ayuda, incluidos dos puentes, lo que complica el acceso a esta localidad, situada a unos 370 kilómetros de Abuya, la capital del país.

“Los informes que llegan desde Mokwa (la zona afectada) son simplemente devastadores. Grandes sectores de esta ciudad, antes bulliciosa, han quedado reducidos a barro y escombros, y muchas familias lo han perdido todo”, agregó Harvey.

Según la última actualización de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias de Nigeria (NEMA, por sus siglas en inglés), al menos 160 personas murieron como consecuencia de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales del pasado 29 de mayo.

Save the Children remarcó además que más de 1.500 personas han sido desplazadas, entre ellas numerosos niños y niñas, y recordó que cerca de un centenar de personas todavía siguen desaparecidas.

“Las necesidades son enormes, y los niños y familias en Mokwa necesitan urgentemente que los donantes y el Gobierno aumenten el apoyo con una respuesta coordinada que atienda sus necesidades tras haberlo perdido todo”, insistió Harvey.

Nigeria, el país más populoso de África, experimenta cada año inundaciones causadas por las lluvias torrenciales y el desbordamiento de ríos y agravadas por el mal estado de las infraestructuras.

El país sufrió sus peores inundaciones en la última década en 2022, cuando murieron 600 personas.