Redacción deportes, 26 ago (EFE).- Sergio Scariolo, seleccionador español de baloncesto, indicó, antes de jugar el Eurobasket, su último torneo al frente del banquillo de España, que el legado que hace importante al equipo, más allá de las medallas, es ver al combinado nacional como una estructura «global» que, incluso, ha servido de inspiración para otras federaciones, como la de Italia.
Así lo indicó Scariolo este martes desde Limassol (Chipre), donde España disputará la primera fase del Europeo y donde debutará este jueves ante Georgia, en una entrevista para Radio Nacional de España (RNE), en la que repasó su legado y habló de las aspiraciones del equipo en este campeonato.
«Creo que las medallas están ahí y por supuesto nadie las puede borrar, pero para mi es más importante los jóvenes y todo lo que hemos trabajado, el ver la selección como algo global, que es por lo que está admirado y copiado. Muchos intentan inspirarse con nuestro trabajo y nosotros siempre hemos abierto nuestras puertas. Lo veo ahora en Italia, que trata de crecer desde abajo (..). Esto es de lo que más orgulloso estoy, a veces solo se ve la punta del iceberg», reflexionó.
Scariolo, el técnico más laureado en la historia de la selección española, abandonará su puesto después de 13 años en el cargo, tras conseguir un total de ocho medallas – un oro mundial, una plata y un bronce olímpicos, y cuatro oros y un bronce europeo-, algo que según él es un «preludio de nostalgia», pero admite que ante tanto trabajo se mantiene «ocupado» para no verse afectado por las emociones.
Respecto al homenaje que se le rindió en su último partido en España, en Madrid, ante Alemania, el seleccionador reconoció que fue «muy bonito» y que ni siquiera sabía que su familia estaría presente en él. Se definió como un técnico alejado de los focos, pero firme a la hora de «tomar decisiones».
A pesar de las bajas para este campeonato europeo, que ha obligado a Scariolo a variar la lista de convocados durante la fase de preparación, explicó que, en un equipo en pleno cambio generacional, en el que no existen figuras como Rudy Fernández o Sergio Llull, aparece el carácter de jugadores con experiencia que están llevando a cabo otro tipo de «liderazgo».
«Tratamos de ayudar a los que vienen de atrás y esas funciones de liderazgo las están llevado a cabo bien. El liderazgo no se inventa, para tenerlo hay que experimentarlo. Igual no tenemos muchos de esos jugadores, pero puede ser un liderazgo de ayuda a los demás, de ayudarles a estos jóvenes a bajar su preocupación. Ese paso al frente sí lo veo con los jugadores que llevan más tiempo aquí», reconoció.
Entre esas bajas, especialmente en el puesto de base, sin jugadores como Lorenzo Brown, Juan Núñez o Alberto Díaz, el entrenador nacional tuvo que tirar de juventud e inexperiencia con dos bases de 19 años como Sergio De Larrea y Mario Saint-Supèry, pero según comentó fue algo «divertido», ya que tuvo que trabajar de una manera diferente respecto a otros jugadores más formados y se mostró «encantado de ayudar a su salto en la selección absoluta».
Para Scariolo, la selección, alejada del podio en los pronósticos y apuestas, sigue manteniendo una serie de «valores» que siempre la han hecho diferentes y que considera claves para competir en el torneo, independientemente de las aspiraciones.
«Nuestro objetivo es ser el equipo que juega un baloncesto inteligente, compacto, donde la gente se ayuda y se sacrifica. Los valores que han identificado a nuestro equipo durante muchos años, independientemente del talento. Estamos pensando en ser España. Todo el mundo nos identifica por cuatro o cinco características que esperamos que no se pierdan», narró.
Respecto al primer partido de la fase de grupos ante Georgia, remarcó la calidad de varios de sus jugadores y subrayó la dificultad que habrá en el grupo para poder estar entre los cuatro puestos que dan acceso a los octavos de final.
«Tenemos que clasificarnos. Está carísimo en este grupo, esa es nuestra preocupación. Después ya veremos en qué puesto, pero ahora hay que pensar en Georgia, que tienen dos jugadores NBA (..). Es un partido peligroso y si no vamos cerca de nuestro mejor nivel lo vamos a pasar mal», continuó.
Otro de los grandes cambios de cara al torneo pasa por su cuerpo técnico. Con Luis Guil ya en los entrenamientos del Real Madrid, los nuevos ayudantes de Scariolo han tenido que dar un «paso al frente», en una situación similar a los jugadores, y llegar trabajando desde abajo, aunque admitió sentirse «muy contento» con ellos.