Nueva York, 5 jun (EFE).- Los más que aclamados Martin Scorsese y Robert De Niro se reunieron este jueves para celebrar el 30 aniversario de la película ‘Casino’ (1995) en el Beacon Theater de Nueva York como parte del Festival de cine de Tribeca de este año, que comenzó el miércoles y del que De Niro es cofundador.
Previo a la proyección de la película, actor y director rememoraron el rodaje de aquella cinta, en un coloquio moderado por el comediante W. Kamau Bell.
De Niro, una presencia recurrente en las cintas de Scorsese, permaneció más callado y reservado, como suele acostumbrar, en comparación con su viejo amigo que tomó la delantera y bromeó sobre varios detalles de la cinta, como lo supuestamente innecesaria que es la trama.
«Las razones por las que la estás viendo (la película) son por otro tipo de poesía, de cine, el color, los actores, el diálogo, un estado de ánimo, un tono, una experiencia», aseguró Scorsese.
‘Casino’ hizo de sucesora de otro gran largometraje de Scorsese, ‘Goodfellas’ (1990), con el que el director se volvió a embarcar en una historia de gángsters en la que reunió a De Niro y Joe Pesci, aunque esta vez en Las Vegas en los años 70. Estos dos se volverían a juntar en una cinta de Scorsese en 2019 con ‘The Irishman’.
La película ‘Casino’ sigue a De Niro, que encarna a un judío estadounidense experto en apuestas, a quien la mafia de Chicago le encarga supervisar las operaciones de un casino de Las Vegas.
El público se mostró entusiasmado tanto en el coloquio como en la proyección, aplaudiendo desde el primer momento que aparece De Niro en pantalla y riéndose especialmente durante varias escenas.
Destacaron una en la que el personaje de De Niro se queja de que su magdalena que no tiene suficientes arándanos, o en la que se encuentra sin pantalones en su despacho, que despertaron varias carcajadas entre los espectadores.
Un ‘clásico’ que ha envejecido bien
Aunque no consiguió tanta atención como su predecesora, ‘Casino’ se ha convertido en un ‘clásico’ del cine de gángsters y quizá «ha envejecido bien», como decía Bell, porque Las Vegas que retrata -de mafiosos y crimen organizado- ya no es la que existe actualmente.
«Ahora puedes llevar a la familia», bromeaba Scorsese. «Lo que pasa en Las Vegas llega ahora a todo el mundo. Ya no se queda allí».
Junto con De Niro, recordó que tuvieron que rodar de madrugada, de diez de la noche a seis de la mañana, porque los casinos no querían perder dinero si cerraban.
«Adaptada» de historia real
La película está «adaptada» de una historia real, a diferencia de estar «basada» en historia real. Bell hizo notar esa diferencia y preguntó: «¿Intentaste desconectarlo de la gente que está realmente involucrada? No sé, quizá salvar tu vida».
Scorsese indicó que tuvieron que cambiar muchos nombres y que ni siquiera podían mencionar Chicago y que, en su lugar, pusieron «de vuelta en casa», uno de los puntos más cómicos de la cinta según el director.
Por otro lado, uno de los elementos que llaman la atención en la película es el vestuario utilizado, de llamativos colores, especialmente los trajes que llevaba De Niro.
El actor aseguró que, aunque no eran de su estilo, se quedó con aquellas prendas de ropa, aunque las terminó donando a la Universidad de Texas cuando la colección empezó resultarle cara y pesada.
Un mensaje para los cineastas noveles
Scorsese comunicó su mensaje para los cineastas noveles: «No pierdan el status de amateur».
«Lo único que te mantiene como base es realmente ese impulso inicial del amor que tienes por el trabajo, lo que quieres hacer o lo que quieres decir», reflexionó Scorsese, que señaló que él mismo trata de no perder ese espíritu.
Por su parte, De Niro añadió que aunque puede ser que no sea fácil, hay que ser «duro» y seguir hacia adelante porque «la única persona a la que tienes es a ti mismo».
Andrea Gallego Rodríguez