Bangkok, 3 sep (EFE).- Agrupaciones civiles salieron a las calles por décimo día consecutivo en Indonesia para protestar por un aumento de los ingresos de los diputados, después de jornadas convulsas que dejan al menos 10 muertos, según organizaciones de derechos humanos.

Tras días de incidentes y disturbios en los que cerca de 4.000 manifestantes han sido detenidos y decenas han resultado heridos, la Alianza de Mujeres de Indonesia convocó una concentración a las puertas de la Cámara de Representantes hoy a las 10:00 hora local (3:00 GMT).

Las primeras manifestaciones tuvieron lugar el lunes de la semana pasada en Yakarta, al conocerse que los miembros de la cámara baja indonesia pasarían a percibir un salario equivalente a 14.000 dólares o 12.000 euros tras un aumento de presupuesto, y posteriormente se extendieron fuera de la capital.
Estudiantes y organizaciones sindicales alegan que la mayoría de los trabajadores de la principal economía del Sudeste Asiático ganan menos del 3 % del mencionado monto por un mes de trabajo.
La muerte de un joven conductor del ‘Uber indonesio’ Gojek (primera víctima mortal de las protestas) al ser atropellado por un vehículo policial hizo que las congregaciones tomaran un cariz violento y se desataron enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, así como actos vandálicos.
Organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) cifran en «al menos diez» las muertes computadas durante las protestas que sacuden Indonesia desde el 25 de agosto.
Una veintena de manifestantes se encuentran desaparecidos, según datos compartidos el lunes por la Comisión para las Personas Desaparecidas y Víctimas de la Violencia de Indonesia (KontraS) en redes sociales.
Entre ataques a edificios públicos y a viviendas de políticos, y la muerte de varios manifestantes, el presidente Prabowo Subianto anunció el domingo la revocación de varios privilegios de los diputados, entre ellos las dietas y la moratoria sobre las visitas de trabajo al extranjero.
El mandatario también ordenó a las Fuerzas Armadas y a la Policía «tomar medidas firmes», lo cual causó que varias organizaciones civiles cancelaran o aplazaran concentraciones previstas.
Medios locales recogieron la víspera que 48 botes de gas lacrimógeno fueron hallados en los alrededores de los campus de la Universidad Pasundan y de la Universidad Islámica de Bandung, después de protestas nocturnas. EFE
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