Se derrumba parte de un muro de la iglesia románica de San Andrés (s. XII) en Ávila

La iglesia de San Andrés (s. XII), una de las principales joyas del románico abulense, ha sufrido a primera hora de este domingo el derrumbe de una parte del muro norte, en una zona acotada para el público, sin que se hayan producido daños personales. EFE/ Raúl Sanchidrián

Ávila, 25 may (EFE).- La iglesia de San Andrés (s. XII), una de las principales joyas del románico abulense, ha sufrido a primera hora de este domingo el derrumbe de una parte del muro norte, en una zona acotada para el público, sin que se hayan producido daños personales.

Se trata de un desprendimiento “de grandes dimensiones”, según ha informado en nota de prensa el Obispado sobre este Bien de Interés Cultural (BIC), declarado Monumento Nacional en 1923, que se encuentra ubicado en la zona norte de la capital y pertenece a la parroquia de San Vicente.

El derrumbe ha tenido lugar en torno a las seis de la mañana y hasta la zona se ha trasladado el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera; la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz Entrecanales; el párroco de San Vicente, Fernando Gutiérrez; el arquitecto de la diócesis, Luis Carlos García; la Policía Local y los bomberos, que han revisado la zona para evitar posibles daños.

Según el arquitecto, la zona afectada puede rondar los 80-90 metros cuadrados, y como medida de precaución se ha suprimido el culto mientras no se disponga de todas las garantías de que no haya peligro alguno de nuevos derrumbes, pese a que el interior no se ha visto afectado.

El Obispado ha destacado que “afortunadamente” el derrumbe se ha producido en una zona sin tránsito peatonal, acotada en su totalidad por una valla metálica y otros dos muros que tampoco se han visto afectados, debido a la distancia con esa parte del templo.

El arquitecto de la diócesis cree muy probable que “en las próximas horas siga cayendo parte de dicho paño, que ha quedado notablemente abombado”, y ha señalado que la causa más posible sea la humedad que fluye del suelo hacia el techo, y que ha ido lavando con el paso del tiempo el relleno de los muros.

A partir de ahora, los trabajos se centrarán en apuntalar desde el interior la cubierta para que sea “estable” y no haya peligros de que se pueda caer.

Posteriormente, los técnicos analizarán las causas, pudiendo detectar si hay más partes del muro con riesgo de caída, y comprobarán cómo ha afectado el derrumbe al resto del templo.

Una vez analizada la situación, se afianzarán los muros y se extraerán las piedras que se han caído para poder iniciar una reconstrucción del templo, que no será inmediata puesto que llevará consigo varios trámites administrativos y patrimoniales por su condición de edificio de singular importancia.