Madrid, 1 oct (EFE).- ‘Wicked, el musical’, la historia de las brujas de Oz, se estrenará en España este viernes en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid, un espectáculo mágico, dirigido por David Serrano, en el que la fantasía, diversión y emoción está garantizada con dos personajes «muy queribles».
«Wicked es muy grande y muy ambicioso, un tipo de musical que hasta ahora no había dirigido, donde hay más fantasía», ha explicado este miércoles a EFE el director David Serrano (Madrid, 1975).
Galardonada con más de cien premios internacionales, esta producción lleva representándose desde hace 21 años de manera ininterrumpida en Broadway y en el West End londinense desde hace 18 años.
Cuando le ofrecieron el proyecto, lo primero que pensó fue un sí. «Es uno musical exitoso, aplaudido por más de 60 millones de espectadores, no había razón para decir no», añade Serrano, gran revitalizador del musical en España con títulos como ‘Hoy no me puedo levantar’ o ‘Grease’.
Reconoce que ha sido un reto, pero no mucho más que abordar otros como ‘Matilda’ o ‘Billy Elliot’. «Se han tenido que afinar cosas de humor para que todo funcione bien», cuenta el director, a quien le encanta hacer musicales.
«Ha sido un placer dirigirlo. Tiene unas canciones increíbles, además trabajo desde hace muchos años con el mismo equipo creativo de la productora ATG Entertainment, y eso es como trabajar con mis amigos».
‘Wicked, el musical’ cuenta la historia de dos jóvenes brujas cuyas vidas están destinadas a cambiar para siempre. «Es un espectáculo mágico, muy visual, además de ser una reflexión sobre la identidad, la aceptación y la lucha por la justicia».
Los dos personajes, las brujas, Elphaba (Cristina Picos) y Glinda (Cristina Llorente) están muy bien escritos y son «muy queribles», lo que hace que la historia sea emocionante y especial.
La banda sonora, compuesta por Stephen Schwartz, incluye inolvidables canciones que se han convertido en grandes éxitos como ‘Defying Gravity’, ‘Popular’ o ‘For Good’.
Este musical es una «experiencia inolvidable que hará reír, llorar y cuestionar lo que realmente significa la maldad y la bondad», dice Serrano, a quien el éxito le ha sonreído desde el principio de su carrera con películas como ‘El otro lado de la cama’ (2002) y ‘Días de fútbol’ (2003).
Antes las dificultades y los tiempos difíciles que corren, «un musical bien hecho y que suene bien es la mejor manera de disfrutar de la vida durante dos horas y media y olvidarte de todo».
Desde que empezó a trabajar en el teatro musical hace ya más de veinte años, intenta hacerlo con el mismo respeto con el que se trabaja el teatro de texto en España.
«Históricamente, los personajes, más que actuar, hablaban, como si fueran actores de doblaje antiguos. Desde que empecé a escribir teatro musical tuve claro que había que cambiar esa manera de interpretar, que se le debía dar seriedad».
Y con esos premisas, Serrano trata de hacer las cosas bien. «No se puede tratar al público de musical de tonto, hay que tratarle con el mismo rigor que cuando se hace teatro de texto».
Serrano combina teatro musical con teatro de texto. Este año ha estrenado ‘Un tranvía llamado deseo’. Pronto comenzará con ‘Las amistades peligrosas’ y el año que viene hará ‘La muerte de la doncella’. «Trabajo esos textos con el mismo respeto con el que he hecho ‘Wicked’ o ‘The Book of Mormon'».
En Madrid se están produciendo muchos musicales. «Creo que demasiados, no hay público para tanto», argumenta el director, que considera que son cifras absolutamente disparatadas, sobre todo porque hay producciones de «medio pelo» que engañan un poco al espectador.
Hay productoras muy grandes que están gastando mucho dinero en buenos musicales, pero hay otros productos que se meten en el mismo saco y no debería ser así, «se debería hablar de otro tipo de musicales», aclara el director, que desde que comenzó en el musical su objetivo ha sido trabajar con estándares de calidad.

