¿Se puede repetir este otoño un episodio de lluvias catastrófico como la dana de Valencia?

Personas se protegen con paraguas de la lluvia en Bilbao, en una imagen de archivo. EFE/Luis Tejido

Madrid, 10 sep (EFE).- ¿Se puede repetir este otoño un episodio de lluvias catastrófico como la dana de Valencia? Los meteorólogos descartan en principio un episodio tan extremo como el de 2024, aunque las condiciones actuales de calentamiento del Mediterráneo y las temperaturas por encima de la media podrían provocar fenómenos que generaran lluvias intensas en las próximas semanas.

José Miguel Viñas, Francisco Martín y Samuel Biener, expertos de la red Meteored, han dado detalles hoy de cómo se presenta la temporada teniendo en cuenta la situación del Mediterráneo y el tiempo previsto para las próximas semanas en el actual contexto de cambio climático.

Lluvias torrenciales como las de finales de octubre de 2024 «probablemente tardarán años en repetirse», han coincidido los meteorólogos, aunque pese a ello, con cantidades menores de lluvia los impactos pueden ser también significativos, han añadido.

Nunca se puede descartar nada sin embargo, aunque el mar no esté tan caliente como otros años, no es ese el único factor que influye en el impacto de una dana. Han explicado que las actuales condiciones meteorológicas incrementan la energía atmosférica y la peligrosidad de fenómenos extremos y el otoño es una de las estaciones más críticas en España, con las danas como principales protagonistas de episodios de lluvias torrenciales e inundaciones.

El Mediterráneo ha alcanzado temperaturas cercanas a los 30 ºC, lo que aumenta la cantidad de vapor de agua y potencia la intensidad de las tormentas cuando se combina con inestabilidad en altura, según ha explicado Viñas.

Ha añadido que las danas suponen un riesgo significativo de lluvias torrenciales e inundaciones, especialmente en la región mediterránea española.

Su intensidad aumenta cuando coinciden aire frío en altura, vientos húmedos del este, el efecto de la orografía y aguas superficiales cálidas, que aportan vapor de agua y alimentan las tormentas.

El cambio climático potencia estos fenómenos al elevar la temperatura del Mediterráneo y aumentar la energía de la atmósfera, incrementa la intensidad y peligrosidad de las lluvias. Por ello, la importancia de la vigilancia, la previsión y la preparación ante posibles episodios extremos durante este otoño de 2025.

Según Biener, las primeras tendencias para este otoño son de inestabilidad y lluvias en las comunidades mediterráneas; el dato es relevante porque un solo episodio puede darle la vuelta al balance pluviométrico de la estación.

Ha destacado que es alto el riesgo de lluvias intensas en el área mediterránea aunque ha precisado que las condiciones que se dieron el año pasado fueron extraordinarias y solo se producen «en un porcentaje muy pequeño» de episodios con un impacto tan catastrófico como el del Valencia.

Seguramente este otoño «volveremos a hablar en algún momento de situaciones adversas o potencialmente peligrosas», ha dicho.

En el acto se ha destacado la existencia de las condiciones para un gran evento de lluvias torrenciales en la cuenca mediterránea, aunque no son solo las danas las que provocan precipitaciones fuertes y no todas tienen impactos de gravedad, ha recalcado el meteorólogo Francisco Martín.

Por su parte, Viñas ha subrayado lo complicado que es conocer el impacto exacto de una dana; «es imposible saber donde caerá el aguacero de gran intensidad hasta muy poco tiempo antes» .

Identificar el impacto exacto de una dana en espacios relativamente acotados es algo que» todavía escapa a los modelos», que no permiten anticiparse con al menos un día de antelación.

«Una cosa son las lluvias y las tormentas y otra cosa son los impactos»; el año pasado se dieron las condiciones del cóctel perfecto para la catastrófica dana de Valencia, «fue una situación de libro».

A una diversidad de factores que la provocaron, se sumó el dinámico de la propia circulación atmosférica que propició que se concentrara «en pocas horas esa cantidad tan brutal de precipitaciones».