Marina Estévez Torreblanca
Madrid, 24 jun (EFE).- Santiago Segura estrena este jueves ‘Padre no hay más que uno 5’ y cierra una saga que ha roto récords de taquilla porque «es mejor irte a que te echen», dice a EFE, aunque «la familia y los adolescentes son una mina» y «podría hacer otra perfectamente el verano que viene».
«Estas películas hay gente que las llama intrascendentes, pero tampoco la vida es muy trascendente», asegura Segura en la promoción de la entrega subtitulada ‘Nido repleto’, donde los problemas de una familia numerosa se aderezan con fenómenos pegados a la realidad como el uso de dispositivos, las kafkianas refriegas entre padres de colegio o la pasión infantil por Taylor Swift.
Un cine costumbrista para el que Segura (Madrid, 1965) vuelve a contar con Toni Acosta, Loles León, Leo Harlem, Martina D’Antiochia, Calma y Sirena Segura, Luna Fulgencio, Carlos González Morollón, Diego Arroba, Blanca Ramírez, Carlos Iglesias, Neus Asensi, Antonio Resines y Silvia Abril, además de la coguionista y actriz Marta González de Vega.
Los niños y jóvenes protagonistas de estas películas, que han ido creciendo desde la primera entrega en 2019 de esta adaptación de la comedia argentina ‘Mamá se fue de viaje’, se reconocen apenados por el fin de una franquicia que les hacía sentirse ya como una minifamilia.
«Aunque cada uno tenga su vida, intentamos quedar o vernos por los cumpleaños», relata Luna Fulgencio, que asegura que las esperas y tiempos muertos de los rodajes eran «lo más divertido». «Ha sido una experiencia muy guay y al final parece que son mis primos pequeños», corrobora Diego Arroba. «Habrá un momento en que no nos conozca nadie y nos acordaremos de esto», añade por su parte Carlos González Morollón, que cuenta con un «plan B» por si se diera esa situación.
Para el director de ‘Torrente’ se añade la circunstancia de que sus dos hijas sean miembros del elenco: «Si lo que más tristeza me da no es tanto defraudar al público o no tener una película el verano que viene, sino lo que disfrutaba. Me da pena ver qué mayores están mis hijas. Otros padres les hacen a lo mejor un vídeo para ver lo graciosas que son y yo tengo cinco películas», subraya.
Por eso, preparando los créditos finales, en los que se ve la evolución de los actores a lo largo del tiempo, «casi echaba una lagrimilla», reconoce el director. «El tiempo se escapa de las manos, mejor verlo como comedia que como drama», reflexiona al respecto.
Una vivencia con la que sabe que hay familias que se identifican, ya que habían convertido en una tradición ir con sus hijos a ver las entregas cada verano. La primera se estrenó en 2019; seguida de ‘Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra’ en 2020; ‘Padre no hay más que uno 3’ (2022) y ‘Padre no hay más que uno 4: Campanas de boda’, que fue la española más taquillera de 2024.
Entre las cuatro han acumulado más de 9 millones de espectadores, en una saga que «muere un poco de éxito también», añade Segura, por la dificultad de las agendas de los actores adultos que las interpretan y a los que siempre ha querido mantener en sus respectivos papeles.
Es el caso de Loles León, su madre en la ficción, que cuenta que para prepararse el rol de una abuela capaz de casi todo para conseguir que su nieto haga la comunión o su nieta triunfe en la música se ha fijado en las mujeres «que han mandado siempre, han hecho lo que les ha dado la gana» y en las casas donde «siempre se ha hecho lo que ellas han dicho».
«Ellas han utilizado el patriarcado para lo que han querido hacer. Eso ha sido el mundo, y ahora lo que quieran desviar que lo desvíen pero las raíces son estas», subraya. Por su parte, Toni Acosta, madre numerosa en la película, afirma que siempre ha pensado que esas mujeres «están hechas de una pasta especial, están preparadas y son zen. ¡Pero si yo me vuelvo loca con dos!», reconoce.