Bogotá, 30 may (EFE).- La décima Cumbre de Jefes de Estado de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) concluyó este viernes, marcando el cierre de la Semana del Gran Caribe, una agenda diplomática de alto nivel que durante cinco días reunió a autoridades de la región para impulsar la cooperación en cambio climático, seguridad alimentaria y migración.
En la cumbre de este viernes celebrada en Montería, el gran ausente fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien estaba previsto que participase como representante del país anfitrión y titular de la presidencia pro tempore de la AEC, cargo que Colombia entregó formalmente a Panamá.
La canciller colombiana, Laura Sarabia, informó que Petro no asistió “por razones de fuerza mayor”. En cambio, sí participó en la cumbre el mandatario panameño, José Raúl Mulino, quien hizo un llamado a crear una agenda común de migración que equilibre la “seguridad ciudadana y la solidaridad” con las personas desplazadas.
Sarabia, por su parte, instó a la acción conjunta para superar la crisis de Haití, país que enfrenta grandes problemas sobre todo por los altos niveles de inseguridad y que fue representado en el evento por el presidente del Consejo Presidencial de Transición de Haití, Leslie Voltaire, y por el ministro de Relaciones Exteriores y Cultos, Jean-Victor Harvel.
La Declaración de Montería
Bajo el lema ‘Unidos por la vida: hacia un Gran Caribe más sostenible’, la Cumbre de Jefes de Estado de la AEC concluyó con la aprobación de la Declaración de Montería, que recoge compromisos concretos en cambio climático y resiliencia costera, destacando soluciones basadas en la naturaleza.
El documento, fruto de más de diez reuniones de negociación, también aborda el canje de deuda por acción climática como herramienta para financiar la adaptación; seguridad alimentaria y energética mediante mecanismos de cooperación Sur-Sur; la salud pública y la preparación ante emergencias sanitarias; y la equidad e inclusión de comunidades afrodescendientes, indígenas y costeras.
Con esta declaración, el Gran Caribe “da un paso firme hacia un nuevo pacto político y ambiental en defensa del mar, los territorios costeros y las comunidades que los habitan”, aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano en un comunicado.
La AEC, conformada por 25 Estados miembros y siete miembros asociados, es un organismo de consulta y cooperación creado en 1994 con el objetivo de promover la cooperación, el diálogo político, el comercio y la integración entre los países del Gran Caribe, que incluye países insulares y costeros de la región.
Colombia pide adhesión a la Caricom
La Cumbre de Jefes de Estado de la AEC fue el último encuentro de la Semana del Gran Caribe, que arrancó el pasado 26 de mayo en la ciudad de Cartagena.
Allí tuvo lugar la III Cumbre Ministerial Colombia-Caricom, donde la canciller colombiana anunció que el país andino solicitó su adhesión formal como miembro pleno de la Comunidad del Caribe (Caricom).
La Caricom, que como organismo multilateral nació en 1973 por el tratado de Chaguaramas, tiene como Estados miembros a Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Montserrat, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam y Trinidad y Tobago.
Hacen parte en calidad de miembros asociados Anguila, Bermudas, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán e Islas Turcas y Caicos y tienen la calidad de observadores Aruba, Colombia, Curazao, México, Puerto Rico, San Martín y Venezuela.