Ser padre de un hijo violento, la nueva radiografía emocional de Gracia Querejeta

Los actores Miguel Rellán (i), Megan Montaner (2i) y Hugo Silva (d), junto a la escritora Rosa Montero (c) y la directora Gracia Querejeta (2d) posan en el photocall de la película 'La buena suerte' que se presenta este domingo durante el 28º Festival de Málaga. EFE/Daniel Pérez

Ángel Alonso Giménez

Málaga, 16 mar (EFE).- Gracia Querejeta ha vuelto al Festival de Málaga para dar una muestra más de que su cine es una radiografía de las emociones. ¿Qué siente y qué piensa un hombre cuando descubre que su hijo es un delincuente “peligroso”? De esta pregunta sale ‘La buena suerte’, que ha presentado este domingo.

Acompañada por los protagonistas de su nuevo trabajo, Hugo Silva y Megan Montaner, la directora madrileña reconoce a EFE que la ausencia de un tema como este en la ficción cinematográfica hizo aún más interesante el proyecto, basado en la novela homónima de Rosa Montero.

“Porque historias de violencia familiar, o historias de violencia de género, hay muchas, se tocan en un montón de películas, pero esta violencia, la de los hijos a los padres, no, por lo que en tanto que novedoso, el proyecto se hizo más interesante”, subraya.

Porque bullen en situaciones así emociones y actitudes que Querejeta quiso examinar.

“Todos los que somos madres y padres, cuando leemos en los periódicos noticias sobre hijos completamente descarriados, que no es que les hayan pillado con una ‘china’, sino que son peligrosos para la sociedad, pensamos que menos mal que no me ha tocado a mí porque sino no sabría cómo lidiar con esto”, incide.

“Una realidad terrible”

La directora Gracia Querejeta posa en el photocall de la película 'La buena suerte' que se presenta este domingo durante el 28º Festival de Málaga. EFE/Daniel Pérez

Pablo, el personaje de Hugo Silva, es padre de un hijo violento contra él y contra los demás, y “no es que no lo lleve bien”, apunta Querejeta, autora de largometrajes como ‘Siete mesas de billar francés’ o ‘Invisibles’, es que “mete la cabeza en un agujero para no tener que enfrentarse a esta realidad terrible que vive”.

Lo que hace Pablo es huir de Madrid y comprar una casa en un pueblo entre Navarra y La Rioja. Conocerá a Raluca (Megan Montaner) y comenzará a convivir de otra manera con su dolor y con su miedo, “hasta que no queda más remedio que decir: qué está pasando aquí”.

En palabras de Querejeta, al personaje al que da vida Hugo Silva algo dentro le hace “click”, algo propiciado por “el descubrimiento de una pasión amorosa y de que puede haber otra vida”.

Raluca es la que inyecta esa pasión porque, como explica la cineasta, Biznaga de Oro en el Festival de Málaga de 2004 por ‘Héctor’, Pablo comprueba que “alguien con una vida mediocre es capaz de ver la parte luminosa de la vida”.

¿Salvar al hijo pese a todo?

La directora Gracia Querejeta (4i) posa con el elenco de la película durante el photocall de la película 'La buena suerte' que se presenta este domingo durante el 28º Festival de Málaga. EFE/Daniel Pérez

Pero al mismo tiempo empieza a preguntarse si salvaría a su hijo “al margen de que sea un asesino”, zanja. He aquí el dilema.

Hugo Silva asumió el reto de llevar a la pantalla el personaje que moldeó Rosa Montero para la literatura, y luego, Gracia Querejeta para el cine. No fue sencillo.

“Con la paternidad se acentúa mucho la culpa. Culpa de lo que le pasa a tu hijo. Culpa de que se sienta mal. De que se lleve un desengaño con la vida. En una situación tan extrema como la de la película, la culpa cae de manera brutal y Pablo mete la cabeza en un agujero”, describe.

“Pero -matiza después-, un padre siempre va a querer salvar a su hijo, va a tener esa querencia, aunque no sea coherente”.

Querejeta reconoce que lo que más le interesa de la historia aparece cuando Pablo “se derrumba, cuando descubre que quiere a su hijo y que no puede desprenderse de él”.

Drama, amor y “tintes de thriller”

Drama familiar, amor y thriller. Por la película circula la historia de Pablo con su hijo, efectivamente, pero también una historia de amor y una investigación policial.

Mientras el productor Gerardo Herrero era partidario de hacer una película con los ingredientes clásicos del thriller, la directora no. “No quería hacer un thriller, aunque tenía elementos. Discutí mucho con Gerardo, que decía que metiera más thriller. Y yo le decía que no porque es un drama con tintes de thriller”, remarca Querejeta.

Y un drama con amor, “la posibilidad de la esperanza”, en palabras de Querejeta, “el ‘click necesario para tomar decisiones”, en palabras de Montaner.

A su personaje, dice la actriz oscense, el de Hugo Silva “le da el ‘punch’ que necesita para romper con la monotonía y la vida aburrida que lleva encima, y al final cree que tiene la buena suerte de que alguien aparece para sacarla de las rutinas”.