Sevilla, 25 ago (EFE).- El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Área de Cultura, pondrá en marcha próximamente el programa de actividades con el que la ciudad rendirá homenaje a Juanita Reina en el centenario de su nacimiento, ocurrido el 25 de agosto de 1925 en la calle Parras, en pleno barrio de la Macarena.
El calendario conmemorativo incluye una exposición en el Ayuntamiento de Sevilla en octubre, un concierto homenaje en la Sala Turina con destacados intérpretes de la copla y la colaboración de las peñas de copla de la ciudad en otras actividades, además de otras iniciativas que se anunciarán en las próximas semanas, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
La delegada de Cultura, Angie Moreno, ha señalado que la tonadillera representa “como pocas artistas” la fuerza de la copla, “la elegancia de la interpretación y la profunda conexión entre arte y ciudad”.
Desde muy joven, Juanita Reina mostró su talento para el cante. Con tan solo 13 años debutó en el Teatro Cervantes y, pocos años después, ya protagonizaba películas como ‘La blanca paloma’ (1942) y ‘Canelita en rama’ (1943). Su trayectoria en el cine incluyó títulos emblemáticos como ‘Lola la Piconera’ (1946) y ‘La Lola se va a los puertos’ (1947), que la consolidaron como mito del folclore español.
Pero fue en los escenarios donde alcanzó su máxima plenitud, interpretando de forma memorable canciones de los maestros Quintero, León y Quiroga, con títulos inmortales como ‘Francisco Alegre’, ‘Capote de grana y oro’, ‘Dolores la Golondrina’ o ‘Callejuela sin salida’.
Profundamente vinculada a Sevilla y a la Hermandad de la Macarena, de la que fue camarera de honor, la artista encarnó una manera de entender la copla como expresión de la memoria popular andaluza. En 1964 contrajo matrimonio con el bailarín Federico Casado, “Caracolillo”, con quien compartió vida y escenarios.
En 1992 participó en el espectáculo Azabache, uno de los hitos culturales de la Exposición Universal de Sevilla, junto a figuras como Rocío Jurado, Nati Mistral, Imperio Argentina y María Vidal.
Aquel montaje fue un acontecimiento artístico que reivindicó la copla y la canción española como parte esencial del patrimonio musical y que continúa en la memoria de muchos sevillanos como un hito único.
Fallecida en 1999, la ciudad le dedicó una glorieta en el Parque de María Luisa como símbolo de gratitud y memoria.