Bilbao, 26 abr (EFE).- El Surne Bilbao Basket continúa este domingo ante el UCAM Murcia en el Bilbao Arena (17.00 horas) con las celebraciones por la conquista de la Copa Europa FIBA, que arrancaron el miércoles en Salónica, donde la ganó ante el PAOK, y continuaron el viernes por la capital vizcaína con el recibimiento institucional.
Así, los ‘hombres de negro’ podrán cerrar unos días que ya no olvidarán entregando a su afición, la ‘marea negra’ que les alimenta, la ‘orejona’ que también es el trofeo de la Copa Europa FIBA.
Lo harán en un choque sin demasiadas urgencias para el equipo de Jaume Ponsarnau, una de las ‘estrellas’ en estos días de fiesta desatada, ya que cuenta con una buena ventaja sobre los puestos de descenso, cuatro victorias, con solo seis jornadas por disputarse.
Aunque el equipo que marca la pérdida de categoría, el Leyma Coruña, al que el Surne Bilbao ganó con autoridad en cancha gallega, ha jugado un partido menos. Por ello, el choque que apunta a definitivo para el conjunto vizcaíno para ratificar su continuidad en la ACB es el de dentro de tres jornadas, cuando reciba en Miribilla al conjunto coruñés.
A ese choque podría llegar ya prácticamente salvado el Surne, si, por ejemplo, gana mañana al Murcia, equipo frente al que cayó en la primera vuelta tras prórroga (89-83) en un partido que vio casi ganado cuando se puso 12 puntos arriba (59-71) ya entrado el cuarto.
Fue unas de esas varias derrotas al inicio de temporada en las que desperdició claras ventajas y que le complicaron después la temporada en una Liga Endesa en la que, de todos modos, casi siempre ha ganado los partidos que estaba obligado a ganar.
Dylan Ennis (24 puntos, 6 rebotes y 25 de valoración), el letón Rodions Kurucs (20, 1 y 22) y, por los visitantes, Muhammad Ali Abdur-Rahkman (20, 9 contraataques y 21), fueron las caras del que fue el decimoquinto triunfo murciano en los 32 partidos en los que se han medido ambos equipos en la ACB.
Un histórico muy equilibrado cuyo último partido en Bilbao, el curso anterior, cayó del lado local. Un 77-68 marcado por el duelo en la pintura entre Sacha Killeya-Jones (18, 7 y 21) y Simon Birgander (15, 11, 4 tapones y 22).
Habrá que ver si mañana el también nórdico Tryggvi Hlinason, de los más ha disfrutado estos días, estará en condiciones de hacer frente al sueco. Porque el ‘gigante’ islandés arrastra una seria lesión muscular y el miércoles en Grecia jugó más porque era una final y se le necesitaba que porque estuviese completamente recuperado.
Menos opciones se le presumen al alero francés Malcoml Cazalon, baja en Salónica por la lesión de tobillo sufrida una semana antes en el Bilbao Arena en la ida de la final.
