La Paz, 20 may (EFE).- El oficialismo boliviano, que atraviesa una fractura interna, buscará mantenerse en el poder con dos candidatos a la Presidencia menores de 40 años, tras la imposibilidad del expresidente Evo Morales de inscribir su candidatura para las elecciones generales de agosto y la decisión del mandatario Luis Arce de no postularse a la reelección.
Las inscripciones de candidaturas finalizaron la medianoche del lunes y el Tribunal Supremo Electoral confirmó este martes que Morales (2006-2019) no se pudo inscribir con el partido “prestado” Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol) debido a que esa organización perdió su personalidad jurídica haca dos semanas.
También informó que el exmandatario no logró inscribir a tiempo su nuevo partido político llamado Evo Pueblo.
Mientras que el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) en una decisión de último momento decidió competir por la Presidencia con el exministro de Gobierno (Interior) Eduardo del Castillo (Santa Cruz, 1988), un abogado de 36 años.
El MAS es el partido más grande de Bolivia con más de un millón de afiliados según el TSE y aglutina a organizaciones sociales, campesinas e indígenas, fue fundado y liderado por Morales por casi tres décadas.
Por su parte, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez (Sacaba, 1988) , también de 36 años, y que era conocido hasta hace poco como el “heredero” de Morales, se presenta como presidenciable por su cuenta con la Alianza Popular.
Sin embargo, la postulación de Rodríguez está en suspenso hasta que se resuelva el miércoles un recurso judicial contra el Movimiento Tercer Sistema (MTS), partido que es parte de Alianza Popular, por no haber renovado su directiva.
Este comenzó a presentar fracturas después de la crisis política del 2019, que derivó en la renuncia de Morales a la Presidencia.
La brecha se agrandó entre los líderes del oficialismo cuando Arce ganó las elecciones del 2020, después del gobierno de transición de Jeanine Añez (2019-2020), y Morales empezara a cuestionar constantemente a los funcionarios y las decisiones de su Gobierno.
Desde 2021 Arce y Morales se alejaron, pero en 2023 su pelea se agravó después que un congreso partidario de la facción ‘evista’ no fuera reconocido y el cónclave del ala ‘arcista’ si lo fuera.
Evo Morales renunció al MAS este año cuando el TSE reconoció al dirigente campesino Grover García, quien es afín a Arce, como presidente del partido oficialista en lugar de él.
A esto se suma una sentencia constitucional que indica que una personas se puede reelegir como presidente por “una única vez”, lo que inhabilita a Morales quien ya gobernó Bolivia en tres períodos.
Arce ha afrontado en su Gobierno una crisis económica que se refleja en la falta de dólares, la escasez de combustible y el aumento de precio en productos de consumo diario, esto redujo su popularidad y generó varias protestas ciudadanas y de sectores comerciales en su contra.
El viernes pasado Del Castillo anunció que él sería el candidato oficialista en lugar de Arce, quien unos días antes desistió de buscar su reelección argumentando que no sería “un factor de división del voto popular” ente el proyecto de “derecha fascistoide”.
Andrónico Rodríguez, politólogo y dirigente cocalero era llamado a suceder a Evo Morales como líder del oficialismo, pero hace unas semanas se desmarcó de él y buscó un partido político que impulsara su candidatura.
Morales a diferencia de Arce no desiste en buscar la Presidencia, tampoco ha mostrado su apoyo a Rodríguez, y sus seguidores han dicho que si no lo inscriben “convulsionarán” Bolivia y evitarán que se realicen los comicios del 17 de agosto .
Esteban Biba