Paco Aguado

Madrid, 25 may (EFE).- El balance numérico de la corrida de hoy de la feria de San Isidro no llegó a reflejar lo sucedido en el ruedo, donde la voluntad de Román con el único toro con posibilidades de la mansa y áspera corrida de Fuente Ymbro se premió con una oreja, mientras que el mexicano Diego San Román se fue de vacío tras un despliegue del más descarnado valor.
El joven torero azteca se encontró con un dos toros que le pusieron muy cuesta arriba su confirmación de alternativa en Las Ventas, pues si el de la ceremonia se rajó y se negó a seguir los engaños en cuanto le abrió faena en los medios con un pase cambiado de rodillas, el sexto desarrolló un seco y violento peligro después de que el picador de turno, afligido por su volumen, le dejara apenas sin castigo.
Y si estuvo muy por encima de uno, evitando sus tornillazos hasta matarlo al mismo hilo de las tablas, con el último de la cornalona y seria corrida jerezana San Román echó el resto en cuanto a no regatear entrega frente a tan negativas circunstancias, que se vieron ya a las claras en la primera serie de naturales, cuando el hondo castaño le tiró dos escalofriantes gañafones a las mismas sienes.
Pero, en los mismos medios del ruedo, dándole todas las ventajas al amenazante animal, el mexicano no volvió nunca la cara y aguantó con férrea firmeza esa violencia de manso sin picar que fue atemperando, a base de arriesgar al máximo, en un mazo de naturales de mano baja y con enorme mérito, a los que, ya podido, el toraco respondió desentendiéndose y dejando ver su verdadera falta de casta.
Una vez que consiguió imponerse, aún incidió San Román en varias series más con la zurda, ya metido en el ardiente terreno del toro, sin que se agotara su reserva de auténtico valor hasta tumbarlo de una estocada algo defectuosa que hizo que no pasara de tímida la petición de una oreja que se había ganado a pulso.
Si que la cortó Román del toro anterior, que fue el único de la cornalona y agria corrida de Fuente Ymbro que quiso embestir con empeño y verdad, acudiendo al galope a todos los cites que, generosamente, le planteó el valenciano desde la larga distancia, siempre desde los medios del amplio círculo venteño.
Aun así Román no logró evitar varios enganchones a la muleta en la primera parte del trasteo, que dejaron de producirse cuando cerró al veleto ejemplar al tercio, el terreno donde se sintió más cómodo y donde descolgó con más recorrido su cuello para seguir el trazo de los pases.
Así que fue allí donde el levantino lo llevó más templado y sometido en un par de tandas, incluida en la que sufrió, dado que el enemigo no perdonaba errores, una fuerte voltereta tras la que se levantó para cerrar con unas emocionantes y ajustadas bernadinas con el engaño a la espalda, que terminaron por levantar a un tendido para el que no contó, como tampoco a la presidencia, la mala colocación de la estocada.
Antes, Román se había dado a un empecinado pero vano esfuerzo para gobernar el descastado y defensivo comportamiento de su primero, aunque no llegó a ser tan negado como el pronto aplomado “fuenteymbro” que, intentando saltar al callejón, abrió el lote de un Curro Díaz que luego no logró evitar que el cuarto le tropezara repetidamente los engaños en un trasteo que se extendió por más de la mitad de la plaza.
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FICHA DEL FESTEJO:
Seis toros de Fuente Ymbro, aparatosa y muy seriamente armados, con hondo cuajo dentro de sus distintas alzadas. Salvo el quinto, que galopó con transmisión y raza, el resto compusieron un lote muy desrazado, que se defendió aplomándose o protestando con aspereza y violencia en los engaños.
Curro Díaz, de rosa y oro: estocada baja delantera (silencio); pinchazo y golletazo (silencio).
Román, de corinto y oro: tres pinchazos y estocada (silencio tras aviso); pinchazo y media estocada baja (oreja).
Diego San Román, de lila y oro, que confirmaba alternativa: estocada delantera desprendida (ovación tras aviso); estocada delantera perpendicular (ovación tras aviso).
El mexicano San Román confirmó en Las Ventas con el toro “Infortunado”, nº 27, negro mulato listón, de 590 kilos.
Eficiente actuación, en general, de todas las cuadrillas de a pie.
Decimoquinto festejo de abono de la feria de San Isidro, con los tendidos casi llenos (21.003 espectadores, según la empresa), en tarde calurosa.
EFE
pa/jsm
(foto)