Buenos Aires, 7 ago (EFE).- Organizaciones sindicales de Argentina marcharon este jueves, en el día de san Cayetano, patrono del trabajo, para protestar contra las políticas de ajuste económico del Gobierno del ultraderechista Javier Milei y sus dañinos efectos sobre las fuentes de empleo y los salarios.
La movilización, de la que también participaron organizaciones sociales y dirigentes políticos opositores, partió desde el santuario de San Cayetano, en el barrio capitalino de Liniers, atravesó gran parte de la ciudad y concluyó en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino.
«El presidente no tiene sensibilidad para nada y traiciona al pueblo. No tenemos más que decir que ‘presente’ en la calle en un día tan particular como hoy, peleando por los derechos de los trabajadores y por todos aquellos que la están pasando mal», señaló a EFE Marcelo Aparicio, secretario gremial del sindicato de Camioneros, uno de los más poderosos de Argentina.
En una jornada en que miles de argentinos se acercan al patrono del pan y del trabajo para implorar por conseguir empleo, los gremios han alzado su voz en contra del ajuste de ‘shock’ de Milei y su impacto en la economía real y el mercado laboral.
«Nos movilizamos por la cantidad de fuentes de trabajo que están quedando en la calle. Queremos apostar al cuidado de nuestra capacidad instalada, que es la industria y todos los sectores productivos», afirmó a la prensa Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción y dirigente de la Confederación General del Trabajo, la mayor central sindical del país y de raigambre peronista.
Portando banderas con la imagen del fallecido papa Francisco y su frase «no hay trabajadores libres sin sindicatos», los gremios cuestionaron al Gobierno por poner límites a las negociaciones salariales, en un contexto en el que los ingresos de muchos trabajadores pierden su poder de compra ante una inflación aún muy elevada.
Golpe a la producción y el trabajo

Los sindicatos también denunciaron que las políticas de ajuste que el Ejecutivo de Milei aplica desde finales de 2023 golpean a la economía real, lo que se evidencia en los problemas que sufren las empresas, principalmente las pymes, y la destrucción de las fuentes de empleo.
«Hay actividades en las que está bajando mucho la producción. Hay gente a la que no la echan pero están paralizadas dentro de la compañía. Las empresas no toman la decisión de echarlos porque esperan que la situación se revierta en algún momento», observó Aparicio.
Según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde que Milei asumió la Presidencia a finales de 2023 y hasta abril último, se perdieron 15.557 empleadores y se perdieron 237.445 puestos de trabajo registrado en unidades productivas.
De acuerdo a las estadísticas oficiales, el desempleo en Argentina subió al 7,9 % en el primer trimestre del año, con destrucción de puestos formales -privados y estatales- y alto nivel de empleo informal.
Preocupación empresarial
La Unión Industrial Argentina, la mayor patronal del país, también ha manifestado su preocupación por la situación y días atrás advirtió que el sector manufacturero perdió en promedio 1.500 empleos por mes en el último trimestre, con una caída acumulada de 37.000 empleos desde agosto de 2023.
La Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) denunció este jueves que cada día cierran 40 pymes en Argentina y se pierden 500 empleos registrados privados.
«Mientras miles de argentinas y argentinos se movilizan para pedir trabajo digno, desde la ENAC denunciamos que el actual modelo económico está destruyendo el aparato productivo nacional y empujando a millones al desempleo, la informalidad y la desesperanza», advirtió la entidad empresarial en un comunicado.
Natalia Kidd