Ciudad de Panamá, 1 may (EFE).- Sindicatos de docentes del sector público y del sector de la construcción lideraron este jueves una marcha contra “las políticas impositivas y neoliberales” del Gobierno de Panamá, que llega a este Día del Trabajo inmerso en huelgas indefinidas de esos dos gremios.

“Nosotros vamos a continuar en la huelga indefinida y se están sumando otros sectores, y cada vez más (vamos) a ir apretando la tuerca en las calles y en todos los espacios donde tengamos que enfrentar esta política neoliberal”, dijo a EFE el secretario general de la Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), Fernando Ábrego.

Los sindicatos de docentes del sector público iniciaron el pasado 23 de abril una huelga indefinida y el pasado día 28 se sumó el sindicato de la construcción Suntracs, el mayor del país. Esta medida de fuerza se ha cumplido hasta ahora de manera irregular, con muchas escuelas abiertas recibiendo a profesores y alumnos y proyectos de infraestructura operando.
La organización civil Sal de las Redes también está convocando manifestaciones de calle contra iniciativas del Gobierno y rechazó un llamado del presidente panameño, José Raúl Mulino, a dialogar.
Todos exigen la derogación de la reforma a la seguridad social, rechazan que el Gobierno se plantee negociar con una empresa canadiense cuya explotación minera en el país fue inhabilitada al ser el contrato de concesión inconstitucional, así como también un controvertido acuerdo de seguridad con Estados Unidos.
El sindicato de la construcción también protesta contra la construcción de un nuevo embalse que alimente el Canal de Panamá, como han explicado sus portavoces y han expresado en carteles con los que llaman a protestar en la calle.
“Vamos a seguir en las calles hasta que tumbemos esa nefasta ley (del seguro social), hasta que podamos tumbar también ese memorando de entendimiento (en materia de seguridad con EE.UU.) al igual que nos oponemos de manera rotunda a la reapertura de la mina porque el pueblo panameño habló (…) porque es un tema de salud”, dijo el dirigente docente.
Los sindicatos de izquierda están en contra la reforma a la seguridad social con el argumento de que empobrece las pensiones en comparación con el sistema derogado, abre la puerta a su privatización, lo que las autoridades al resaltar que se mantiene la edad de jubilación inalterada y se crea una pensión básica para no cotizantes.
Los huelguistas y una parte de la población también rechaza un memorando de entendimiento firmado recientemente con EE.UU. que prevé más presencia militar estadounidense no permanente y rotativa en el país centroamericano, por entender que viola la soberanía nacional y el Tratado de Neutralidad del Canal interoceánico.
Este y otros dos documentos se firmaron mientras el presidente estadounidense, Donald Trump, mantiene una retórica contra el Canal por la supuesta influencia china en la vía, lo que el Gobierno panameño ha rechazado.
EE.UU. construyó a inicios del siglo XX el Canal y lo operó por más de 80 años, hasta su traspaso a Panamá hace 25 años, tal como lo establecen los Tratados Torrijos-Carter de 1977. La vía se rige por un Tratado de Neutralidad que está vigente desde octubre de 1979.
El Gobierno de Mulino sostiene que el acuerdo es de carácter temporal y que respeta el Tratado de Neutralidad, pues no se instalan bases militares estadounidenses en el país, lo mismo que contemplaron los más de 20 convenios en materia de seguridad firmados con EE.UU. desde la década de 1990.
Mulino aseveró que Panamá “necesita” la cooperación en seguridad pactada con EE.UU. porque “a diferencia de todos los otros países”, cuenta con “un centro de poder neurálgico, que es el Canal, donde pasan intereses políticos, intereses geopolíticos, comerciales marítimos, de gran peso específico”.
“Trump, Panamá no se vende, se respeta”, decía una de las pancartas de la marcha sindical de este 1 de mayo en la ciudad de Panamá.