Bangkok, 22 sep (EFE).- Cinco personas condenadas a la pena capital por delitos de drogas en Singapur se encuentran «en peligro inminente» de ser ejecutadas, denuncian este lunes más de una veintena de organizaciones no gubernamentales en contra de la pena de muerte.
En un comunicado, las oenegés, entre ellas Amnistía Internacional (AI) y la singapurense Trasformative Justice Collective (TJC), piden «detener de inmediato todas las ejecuciones».
Según las organizaciones, las autoridades de la ciudad-Estado asiática, que no informan de todas las ejecuciones, tienen previsto ejecutar a cuatro reos de nacionalidad malasia y un ciudadano singapurense, todos condenados a muerte por tráfico de drogas y que han pasado entre siete y diez años en el corredor de la muerte.
Entre ellos se encuentra el malasio Datchinamurthy, quien podría ser ejecutado este jueves conforme a la notificación de las autoridades recibida el domingo por los familiares del preso, apunta en otro comunicado Trasformative Justice Collective.
«En este momento crítico, el Gobierno malasio debe actuar con decisión para proteger la vida de sus ciudadanos y de todos aquellos que se enfrentan a la ejecución, así como impulsar la abolición de la pena de muerte en la región», reclama el texto conjunto.
Malasia derogó en julio de 2023 la pena de muerte obligatoria, hasta entonces impuesta sin alternativa para delitos como narcotráfico y terrorismo, y pasó a imponer penas de hasta 40 años de cárcel para los delitos que antes eran castigados de manera imperativa con la horca.
«Malasia debe ir más allá y ampliar su labor de defensa para proteger a sus ciudadanos en el extranjero que siguen en riesgo bajo el duro y cruel régimen de pena de muerte obligatoria de Singapur», subraya el comunicado.
La próspera y moderna Singapur mantiene el castigo capital mediante la horca para delitos como el asesinato y el tráfico de drogas, pese a las críticas de la ONU y de organizaciones de derechos humanos.
En el último caso, la pena de muerte se contempla en los casos de narcotráfico de al menos 500 gramos de tráfico de marihuana y de un mínimo de 15 gramos de heroína.
En lo que va de 2025, Singapur ahorcó a diez hombres, incluidos dos malasios, según datos de las oenegés.
Tras un parón de las ejecuciones durante dos años por la pandemia de covid-19, Singapur batió récords en 2022 ejecutando en pocos meses a once presos, incluyendo un traficante de heroína diagnosticado con una discapacidad intelectual.